Hace pocos días nos sorprendió la repentina muerte del Comandante PNP ( r
) Rubén Rodríguez Rabanal , quien desempeñaba un cargo importante en una
dirección del Ministerio del Interior.
Su repentina muerte nos lleva a
reflexionar sobre lo pasajera que es la
vida que no deja de ser un regalo de
Dios y , de la cual, muchas veces nos pasamos casi la mitad de nuestra vida
haciendo infeliz a la otra mitad.
Que cuando llega la muerte , lo hace en forma sorpresiva , nos sacude y
nos hace ver qué frágil , efímera es la
vida y cómo nuestros sueños, ambiciones, egoísmos, ansias de poder; todo cae como un castillo de naipes.
Cuando la muerte extiende su mano
contra el ser humano no hace miramientos de grados, clases sociales, posición
económica, etc.
Es sorda y cuando llama a las
puertas de nuestras vidas, siempre va de prisa y no la detiene ni ruegos, ni
fuerza, ni cetros, ni mitras , ni sueños, ilusiones, esperanzas, pesares, etc.
La Biblia nos dice : “ El polvo
vuelve a la tierra como era y el
espíritu, vuelve a Dios que lo
dio”.
Esto es una realidad que tenemos que afrontarla inexorablemente.
Fue fácil cultivar una amistad con Rubén Rodríguez, participamos en un
Curso de Especialidad de Secuestro y Toma de Rehenes en el Estado de Lousiana ,
EE,UU allá por la década de los noventa
. Luego nos encontramos trabajando en el
2001 en el despacho de asesores del ex
ministro del Interior , Fernando Rospigliosi.
La última vez que lo vi , fue cuando se acercó al Hospital de Policía el
12 de setiembre último para saludarme por los 25 años de la captura del líder
senderista.
En esos momentos estaba lleno de vida y de sueños y nadie podía presagiar
este inesperado final de su vida.
Rubén siempre se destacaba por su don de gente y personalidad definida m
mentalidad estructurada, brillaba con
luz propia , de rápido pensar y de infaltable sonrisa.
Su carisma era evidente , su desprendimiento y
dedicación al trabajo y cariño por la policía nacional, principalmente
la unidad de radio patrulla en quien dedicó sus mejores años profesionales era
evidente , tal es así que su velatorio se hizo en este lugar que le guardaba
especial cariño .
Cuando nos damos cuenta de que muchas personas que conocimos ya no están en
esta vida , en este valle de lágrimas y de lucha, entonces nos damos cuenta de que
no somos eternos y que muchos de los que se fueron toman la delantera, porque de
lo único que podemos estar seguros es que mañana más tarde terminará nuestras vidas.
Por eso nadie entiende de que la mayor parte de seres humanos nos quejamos
que la vida es corta y que el tiempo corre muy veloz, incluso , algunos doctos
han dicho “ que la vida es corta y el arte es largo y difuso”.
Otros se pasan la vida criticando y envidiando de lo que hacen los demás.
Theodore Roosvelts dijo : "Lo que cuenta no es el crítico, no el
hombre que señala cómo vacila el hombre fuerte o qué podría haber hecho mejor
la persona en acción.
El mérito le corresponde a quien está en la arena, con la cara
embardunada de polvo y sudor y sangre, que lucha con valentía, que se equivoca
y vuelve a empezar una y otra vez porque no hay esfuerzos sin error .
Y, cuando vemos que muchos de nuestros amigos y conocido ya se fueron de este
mundo , entonces, los que quedamos vivos debemos seguir luchando, no existe otra
salida,
En
realidad , el tiempo no es corto y limitado , lo que pasa es que
perdemos mucho tiempo en la vida y no
ejecutamos grandes cosas.
Lo cierto que la vida que se nos dio no es breve, nosotros la hacemos que
lo sea.
Somos pródigos del tiempo y larga es la vida si la sabemos aprovechar.
Valoremos nuestro tiempo como si cada segundo fuera el último que
fuéramos a vivir.
Todos tenemos las mismas oportunidades en lo que ha tiempo se
refiere.
El tiempo es un bien concedido a
todos por igual. La cuestión de aprovecharlo o desaprovecharlo depende :
De la magnitud de los objetivos, de los ideales que se persigan y de la
condición de vida que se manifieste .
Adiós , amigo Rubén, que Dios te tenga a su diestra.
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