lunes, 18 de diciembre de 2017

MAÑANA SERÁ OTRO DÍA

Si alguna vez  leíste la novela de Margaret Mitchell titulada «Lo que el viento se llevó» o fuiste al cine y viste la película , seguramente en tu memoria y retina quedó prendada la belleza de Scarlett O´ Hara.

Para otro quizás, el primer encuentro con Scarlett y tal vez el único que han tenido, es el afiche de la película con Gable y Leigh, en plena mirada de pasión, mientras una mansión arde en llamas tras ellos.

Cuando uno lee el libro , se encuentra de primera impresión, con una mujer detestable y manipuladora pero en vez de repudiarla, debemos rescatar de ella su temple y deshumanizada personalidad.

Para las feministas de hoy, que a veces   rayan en querer venganza de los hombres en lugar de liberación, Scarlett sería su heroína preferida, perfecta, porque frente a ella hasta el tramposo de Rehtt Buttler llegó a sentirse como una zapatilla. 

¿ Cuántas Scarlett O’ Hara no habrá en este mundo, disfrutando su poderío, su fortuna mientras mantienen una multitud aplastada a sus pies. No podemos negar que la fuerza de Scarlett es impactante y tan imposible de quebrar que estoy seguro de que debe haber algo que podamos aprender de ella.

Tal vez se deba a su técnica de resolver problemas o más bien a su frase «mañana será  otro día “.  Esa fue su respuesta consoladora cuando murió su madre y cuando el galán Rhett la abandonó por su insensibilidad.

Esta frase parece que a Scarlett le funcionó de maravilla pues nunca la alteraron las preocupaciones más que un par de minutos, pero con las preocupaciones también se le escapó la sensibilidad humana.

.Hay veces que debes estar tan abrumado por los problemas y las preocupaciones que esta frase puede ayudar. Pero , parece que eso no fue lo que le dio su temple de acero, pues en el mundo real de los problemas se despiertan con uno en la mañana y por más que uno los eche se rehúsan a irse sin ser resueltos.

La fuerza de Scarlett provenía de algo  que escasea mucho hoy : La autoestima .

De todo nos quejamos : de que no hay dinero, de que no tenemos poder, de que nadie nos quiere, etc.

Siempre encontramos algo o alguien a quien achacarle la culpa. Estas quejas no son más que un reflejo de nuestras dudas , es nuestro convencimiento interno de que nos falta algo para triunfar y por eso no podemos hacerlo.

Lo cierto es que observamos a Scarlett de cerca, a ella le faltó todo. Le faltó dinero, ropa, familia, salud, un hombre, calor, casa, trabajo, fe y lo peor de todo tal vez no sea la falta de estas cosas, sino perderlas en el curso de la vida , como le sucedió a ella.

¿Qué tenía Scarlett que no podemos tener nosotros ?

- Una increíble e invencible   confianza en sì mismo, un certero convencimiento de que iba a lograr todo lo que se propusiera y nada ni nadie podría vencerla.

Todo estaba en su mente.

- Scarlett no creía en nada, solo y únicamente en ella misma. Eso no quiere decir que no debamos  creer en Dios, no, no, pero como el mismo nos dijo» ayúdate que yo te ayudaré».Eso es lo primero que tenemos que hacer porque si en el fondo de nuestra mente estamos llenos de complejos e inseguridades , no dejamos llegar la ayuda divina.

Entonces, cada vez que tengamos una situación difícil, inspirémonos en la reina de TARA, Scarlett O´Hara y saber que por muy espantosa que se vea la situación no nos va a pasar nada en esta vida que no seamos capaces de superar.

La autoestima es la  suma de la  confianza, seguridad , amor y respeto por sí mismo.

Refleja,  además , el juicio que cada uno hace acerca de su habilidad para enfrentar los desafíos de la vida. Es el juicio de que soy apto para la vida, la experiencia de mi propia capacidad y valor ; nadie puede generar esta experiencia salvo uno mismo.

Lo trágico es que la mayoría de las personas buscan autoconfianza, seguridad , amor y respeto por todas partes, menos dentro de nosotros mismos y por ello fracasan en la búsqueda y mantienen una autoestima baja.

Desarrollar la autoestima es tener la convicción de que uno es competente para vivir y digno de ser feliz, por lo tanto equivale a enfrentar la vida con mayor confianza, seguridad y optimismo, lo que nos ayuda a experimentar ese sentimiento de amar y ser amado ; además,  ampliar nuestra capacidad de ser felices.

La genuina autoestima no se expresa por la autoglorificación a expensas de otros, o por el afán de ser superior a los otros o de rebajarlos para elevarse uno mismo, ya que alcanzar el éxito sin alcanzar una autoestima positiva es estar condenado a sentirse un impostor que espera con mucha angustia que los descubran. La importancia de una autoestima saludable reside en poder desarrollar confianza y respeto por nosotros  mismos y tener capacidad para responder de manera activa y positiva a las oportunidades que se nos presentan en el trabajo, en el amor y en las relaciones familiares.

 El cultivar la autoestima nos interesa a todos. La autoestima , ya sea baja, median o alta es una experiencia íntima y personal ; reside en los más profundo de nuestro ser.

Es lo que pienso y siento de mí mismo como persona ,  no lo que otros piensan o sienten sobre mí. Cuando apreciamos la verdadera naturaleza de la autoestima vemos que ésta no es competitiva ni comparable.

Los dramas de nuestra vida son los reflejos de nuestra visión íntima de nosotros mismos. Por lo tanto, la autoestima es la clave del éxito o fracaso personal, como también es la clave para comprendernos y comprender a los demás.

La autoestima es uno de los mejores antídotos contra la envidia, un sentimiento tan humano como reprochable .

 Este sentimiento , que según el Génesis , fue el culpable de que el mal entrara en el mundo. 

La envidia  en educación, infancia y adolescencia , es un sentimiento muy complejo y ambivalente en el que se mezclan emociones de naturaleza contradictoria. La envidia puede llegar a ser muy destructiva , ya que provoca sufrimiento , insatisfacción , malestar y aislamiento. Se empieza desde el niño,  fomentar la autoestima   enseñándole a afrontar el éxito y el fracaso con igual talante.

Cada vez que sientas que el mundo se hunde a tus pies recuerda siempre esta frase :


«Todo lo que queda después de que se acaba un mundo, es lo que puedes hacer con tus manos y lo que tienes en la cabeza».        

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