LA
GUERRA DE BAJA INTENSIDAD O LA GUERRA SUCIA.
La guerra de baja intensidad es una
doctrina y estrategia elaborada por los Estados Unidos para combatir las
revoluciones, movimientos de liberación o cualquier conflicto que amenace sus
intereses es el conflicto de baja intensidad cuyos objetivos principales son la
contrainsurgencia( derrotar movimientos de rebelión popular), la reversión
(derrocar gobiernos revolucionarios o los que no se ajustan plenamente a los
intereses estadounidenses), prevención ( ayudar a gobiernos aliados de Estados
Unidos a evitar su desestabilización).La victoria que persigue no es sólo
militar, sino más completa, efectiva, para un largo plazo, mediante el
aniquilamiento de la fuerza política y moral de la insurgencia.
¿ Es lo mismo guerra o conflicto de baja
intensidad y guerra sucia ?
Se Hizo
habitual el empleo del concepto ( guerra de baja intensidad ) en el
Megajuicio contra el ex presidente Alberto Fujimori .
En el
libro “El Juicio del Siglo .- El Caso
Fujimori.- Igualdad en la ley “ del ex fiscal supremo, José Antonio Peláez
Bardales , cuando se refiere a la tesis incriminatoria contra el ex presidente
Alberto Fujimori , se menciona que ex presidente orquestó dos formas de combate
contra el terrorismo de los años noventa: el legal que se expresaba a través de
directivas del Consejo de Defensa Nacional con respecto a la vida y prácticas
de la guerra convencional a cargo de los cuerpos de policía y la otra , ilegal
clandestina, fue la
guerra de baja intensidad con la que se asesinó , entre otros casos
, a veinticinco personas , solo en Barrios Altos y la Cantuta
Lo
preocupante es el manejo de este término lejos de su verdadero concepto,
deduciéndose con cierta preocupación que existe una total falta de conocimiento
y comprensión de los que significa guerra de baja intensidad, llamado también ,
conflicto de baja intensidad o Low
Intensity Conflict , confundiendo con guerra sucia .
Los especialistas percibimos que este concepto se
manejó de manera errada en el Megajuicio de Fujimori y sigue confundiéndolo con
guerra sucia en el reciente libro del ex fiscal supremo , José Antonio Peláez
Bardales .
No se
toma en cuenta que la guerra de baja
intensidad es toda una doctrina y estrategia elaborada en la década de los 70'
por los Norteamericanos, que les permitía
abordar los problemas de la insurgencia
en una dimensión más amplia , no sólo militar y que , en la actualidad , tiene un papel importante en la doctrina y estrategia Norteamérica en los países del
Tercer Mundo , donde aún existen problemas internos de subversión, terrorismo,
narcoterrorismo o guerrilla.
Como se confunde guerra de baja intensidad con
guerra sucia, estoy seguro que se mirarían incrédulos , fiscales, abogados y
testigos , si se les dice de que en nuestro país , no es raro que los
norteamericanos sigan aplicando la doctrina y estrategia del conflicto de baja
intensidad en base al informe sobre la lucha contra el terrorismo mundial del
2006 ( hecho de conocimiento por el Departamento de Estado el 30 de abril 2007
) en donde mencionan que Sendero Luminoso- grupo al que consideran terrorista-
tienen ahora más vinculación con el narcotráfico , se ha fortalecido y vuelve a ser una amenaza .
Para mayor alcance y precisión doctrinaria, existe
el concepto de " Guerra
de cuarta generación " dentro de la doctrina militar
estadounidense que comprende a la Guerra de guerrillas,
la Guerra asimétrica,
la Guerra de baja
intensidad, la Guerra Sucia,
el Terrorismo de
Estado u operaciones
similares y encubiertas, la Guerra popular, la Guerra civil, el Terrorismo y el Contraterrorismo, además
de la Propaganda,
en combinación con estrategias no convencionales de combate que incluyen
la Cibernética,
la Población civil y
la Política.
En la GBI no existe enfrentamiento entre ejércitos
regulares ni necesariamente entre Estados , sino entre un estado y grupos
violentos o mayormente entre grupos violentos de naturaleza política,
económica, religiosa o étnica.
Origen del término “ Guerra de Baja
Intensidad” (GBI)
Según el Manual de Campo 100-20 del Ejército de los
Estados Unidos, Military Operations in
Low Intensity Conflict, la GBI es una confrontación político militar entre
estados o grupos por debajo de la guerra convencional y por encima de la
competencia pacífica entre naciones. Involucra a menudo luchas prolongadas de
principios e ideologías y se desarrolla a través de una combinación de medios
políticos, económicos, de información y militares.
Este tipo de confrontación se ubica generalmente en
el Tercer mundo pero contiene implicaciones de seguridad regional y global.
Varios elementos militares y políticos se combinan
para asegurar que la GBI será la forma más común de confrontación que los
norteamericanos tendrán que enfrentar en el futuro inmediato. Entre ellas destacan los profundos problemas
sociales, económicos y políticos de las naciones del Tercer Mundo que crean un
terreno fértil para el desarrollo de la insurgencia y otros conflictos con un
impacto adverso a los intereses de los Estados Unidos.
Este mismo manual menciona que existen cinco
imperativos para llevar a cabo las operaciones de GBI: el dominio político , la
unidad de acción , adaptabilidad , legitimidad , perseverancia .
Cuatro categorías de la Guerra de Baja Intensidad
Las operaciones de GBI están clasificadas en
cuatro categorías: Insurgencia y contrainsurgencia , Lucha contra el terrorismo ,Operaciones de mantenimiento de la paz y Operaciones de contingencia en tiempo de paz .
La insurgencia y contrainsurgencia, aunque se
encuentran en polos opuestos, aplican los mismos principios generales y todo
depende de a quien se quiera apoyar.
La insurgencia se
refiere a la guerra no convencional o a la organización, entrenamiento y apoyo
de fuerzas guerrilleras con el objetivo de derrocar un gobierno
"enemigo" de los Estados Unidos. Esto se realiza generalmente a
través de un grupo selecto de asesores o de una organización de ayuda.
Las operaciones psicológicas forman parte
integral del apoyo a la insurgencia para conseguir la
movilización de la población en su favor, mediante el desarrollo de campañas de
desprestigio del gobierno. Ejemplos de insurgencia los podemos encontrar en el
apoyo norteamericano a la contra nicaragüense en la década de los ochenta.
La contrainsurgencia es
el conjunto de operaciones destinadas a apoyar a gobiernos "amigos"
de los Estados Unidos en contra de sus "enemigos internos". Estas
operaciones deben encajar en un plan global del gobierno civil establecido y
son generalmente dirigidas por el embajador norteamericano en el país.
El apoyo militar norteamericano debe limitarse,
dentro de lo posible, a la asistencia policiaca y el entrenamiento militar,
aunque no se descarta el involucramiento directo cuando las condiciones lo
hagan necesario. Ejemplos de contrainsurgencia los podemos encontrar en el
apoyo norteamericano a los regímenes militares de El Salvador y Guatemala.
La lucha contra el terrorismo comprende
todas las acciones destinadas a proteger instalaciones y personas de ataques
terroristas.
Se divide en antiterrorismo y contraterrorismo y
está diseñada para proporcionar una acción coordinada antes, durante y después
de incidentes calificados de terroristas.
El antiterrorismo incluye
las medidas pasivas tomadas dentro de instalaciones o por personas para reducir
la probabilidad de ser víctimas de un acto terrorista. Incluye medios como
programas educativos, seguridad física, técnicas de protección personal y
patrones operacionales. Ejemplos de acciones de antiterrorismo los podemos
encontrar en las revisiones de autos y personas que cruzan la frontera de
México hacia Estados Unidos.
El contraterrorismo comprende
todas las medidas ofensivas para prevenir, disuadir y responder al terrorismo.
La participación en este tipo de acciones está limitada generalmente a fuerzas
especialmente entrenadas y equipadas en estado de alerta para ese propósito.
Ejemplos de acciones de contraterrorismo los podemos encontrar en el rescate de
los rehenes del MRTA en la residencia del embajador japonés en Lima en 1997.
Las operaciones de mantenimiento de la
paz tienen como objetivo preservar la paz
alcanzada a través de esfuerzos diplomáticos. Las fuerzas de mantenimiento de
la paz supervisan e implementan una tregua negociada con el compromiso de las
partes beligerantes. Estas fuerzas tienen prohibido el uso de la fuerza a menos
que sean agredidas. Ejemplos de operaciones de mantenimiento de la paz los
podemos encontrar en la misión de observadores de la ONU en El Salvador tras la
firma de los Acuerdos de Paz en 1992.
Las operaciones de contingencia en tiempo
de paz son movilizaciones rápidas enfocadas en un
problema específico.Se emplean generalmente durante crisis e incluyen
operaciones tan diversas como alivio de la población en caso de desastres, operaciones
antinarcóticos y golpes militares por tierra, mar o aire. Estas operaciones
pueden requerir restricciones y el uso selectivo de la fuerza o acciones
violentas concentradas.
Ejemplos de operaciones de contingencia en tiempo
de paz los podemos encontrar en la invasión norteamericana de Granada en 1983 o
la de Panamá en 1989.
¿ Por qué aparece la idea de la
guerra de baja intensidad?
La idea , doctrina o estrategia de guerra de baja
intensidad aparece en la década de los sesenta, estudiando los errores cometidos en Vietnam ,
luego en Laos, Camboya, Mozambique, Angola, Etiopía, Yemen del Sur, Granada y Nicaragua.
La reacción de los dirigentes políticos, económicos y militares de Estados
Unidos se produjo en 1981, cuando llegó Reagan a la presidencia consideró que
la preocupación principal debería centrarse en lo que ocurría en el Tercer
Mundo debido a Asia, África, Medio Oriente y América Latina vivían dos tercios
de la población mundial y se encuentran recursos naturales estratégicos.
En esa época Richard Nixon, ex presidente
estadounidense, decía que la mayor amenaza para los intereses de Estados Unidos
no era la Unión Soviética o China, sino el levantamiento en los países pobres
del Tercer Mundo porque el mayor
acontecimiento geopolítico, desde la segunda guerra mundial, es la pérdida de la batalla ideológica por los
comunistas, en Europa del Este; además, en ese momento era evidente que una
guerra nuclear resultaba inconveniente para cualquier potencia.
Nixon y muchos generales estadounidenses consideraron,
desde el principio de la década de los 80, que la guerra en los países más
pobres del mundo era el desafío mayor, y que Estados Unidos y sus aliados no
podrían vencer si continuaban empleando las formas tradicionales de hacer la
guerra, que la superioridad de las fuerzas convencionales nada puede conseguir
en contra de fuerzas no convencionales.
Por ello deciden hacer un cambio global en su
estrategia militar contrarrevolucionaria bajo el lema "No más
Vietnams".
El primer paso de los estrategas estadounidenses
después de Vietnam fue evaluar los errores cometidos en la conducción política
y diplomática de la guerra, en la coordinación de las instancias que tomaron
las decisiones, en el aprovechamiento de la información de inteligencia y en el
tratamiento delos medios de comunicación. El segundo fue hacer todo lo posible
para recuperar la iniciativa e impedir a toda costa nuevas victorias de los
pueblos oprimidos en el Tercer Mundo.
En esta línea, lo fundamental no era decidirse por
la intervención o no intervención, sino intervenir victoriosamente. Y una de
las condiciones para lograrlo consistía en estudiar qué tipo de conflicto
tenían enfrente, observar si se trata de guerras regulares o irregulares.
Luego de la derrota estadounidense en Vietnam se concluyó
que, además de la forma, era necesario calcular la intensidad.En la perspectiva
militar desarrollada en Estados Unidos, a determinada intensidad de la guerra
corresponde una aplicación de la fuerza de intervención.
Esta observación permitió que los militares
estadounidenses precisaran que siendo las guerras de baja intensidad las más
frecuentes en el Tercer Mundo,
Estados Unidos debería de contar
con fuerzas entrenadas, armadas, organizadas y dirigidas especialmente para
esos conflictos, contra esos adversarios, en ese terreno y ante el tipo de
características particulares que presenta la guerra en el Tercer Mundo.
Desde la década delos ochenta, bajo esa perspectiva
estratégica (la derrota ideológica de los países socialistas y la importancia
de los conflictos en el Tercer Mundo), Estados Unidos ha realizado una gran
transformación de sus fuerzas militares. Ha modificado sus leyes, su doctrina
militar, la estructura y jerarquía de sus fuerzas armadas, las relaciones con
los medios de comunicación, los procedimientos para operaciones especiales y la
tecnología militar buscando mejorar cuatro aspectos básicos: Comando, Control,
Comunicaciones e Inteligencia, lo que abrevian como C3I.
Características más notorias de la
doctrina de guerra de baja intensidad .
La guerra de baja intensidad es una doctrina y estrategia elaborada por los
Estados Unidos para combatir las revoluciones, movimientos de liberación o
cualquier conflicto que amenace sus intereses es el conflicto de baja
intensidad cuyos objetivos principales son la contrainsurgencia( derrotar
movimientos de rebelión popular), la reversión (derrocar gobiernos
revolucionarios o los que no se ajustan plenamente a los intereses
estadounidenses), prevención ( ayudar a gobiernos aliados de Estados Unidos a
evitar su desestabilización).
La victoria que persigue no es sólo militar, sino
más completa, efectiva, para un largo plazo, mediante el aniquilamiento de la
fuerza política y moral de la insurgencia.
El principal teatro de operaciones de la guerra de Baja
intensidad son los países del llamado Tercer Mundo.
Significa la intervención estadounidense en los
asuntos internos de otros países.
Sin embargo, los militares consideran que ésta
también puede ser necesaria para reprimir conflictos internos, dentro de países
como Estados Unidos.
La idea de baja intensidad alude el uso limitado de
la fuerza para someter al adversario.
Puede transformarse en una guerra de mediana
intensidad, en la que se emplearán mayores recursos.
El escalón más alto de conflicto para los militares
estadounidenses es la guerra de alta intensidad, una guerra abierta contra otra
potencia que cuenta con capacidad para el ataque nuclear.
Las formas de la guerra de baja intensidad son
muchas. Se asocian con situaciones de inestabilidad, contención agresiva, paz
armada, conflictos militares cortos, antiterrorismo, antisubversión, conflictos
internos, guerra de guerrillas, insurrecciones, guerras civiles, guerra irregular
o no convencional, guerra encubierta, guerra psicológica, operaciones paramilitares,
operaciones especiales, invasión, etcétera.
La guerra de baja intensidad termina, según la
definición de los militares estadounidenses, cuando se requiere el uso de una
fuerza mayor.Se pasa al siguiente escalón de intensidad al producirse la
declaración formal de guerra entre dos naciones y/o cuando se emplean
masivamente fuerzas de intervención militar convencionales.
Ese fue el caso de la intervención militar
estadounidense en Irak, al transformarse la operación Escudo del
Desierto en Tormenta del Desierto.
Las tropas destinadas a la guerra de baja
intensidad se agrupan en una trilogía: las fuerzas para operaciones especiales,
las fuerzas para asuntos civiles y las fuerzas para operaciones psicológicas.
Una fuerza especial dotada de doce efectivos, por
ejemplo, constituye una unidad flexible que puede incluir personal de asuntos
civiles o de operaciones psicológicas y tiene alta capacidad de despliegue.
Las fuerzas de operaciones especiales tienen
experiencia para mantener un dispositivo no muy visible y es normal que las
FOES entren a un país, completen su misión de apoyo a la nación anfitriona y
luego salgan sin que su presencia haya sido mencionada en los medios de prensa
de ese país.
En general, un plan de contrainsurgencia tiene tres
fases. La primera estabiliza la situación militar y política; la segunda, que
es la más larga, emplea la presión sostenida y gradualmente intensificada en
los ámbitos militar, psicológico y político, para impulsar a los insurrectos a
las negociaciones; la tercera, utiliza
la ofensiva política, psicológica y militar para llevar a efecto las
negociaciones.
Se establece con toda claridad un objetivo de la
guerra, decisiva y alcanzable.
Si el objetivo es limitado, también la naturaleza
de la guerra es limitada.
Se persiguen objetivos globales, es decir políticos, económicos y psicológicos,
además de militares.
El requisito es apoderarse de la iniciativa,
retenerla y explotarla.
La
naturaleza ofensiva de la nueva doctrina supone desechar el gradualismo ( la
experiencia en Vietnam representó un esfuerzo desafortunado por combinar el
arte militar y la diplomacia)
Concentrar el poder de combate en el lugar y el
momento decisivos a fin de obtener también resultados decisivos, sobre todo
allí donde los intereses vitales de Estados Unidos son amenazados( Europa,
Japón, el Golfo Pérsico y los vecinos más próximos del sur )
Unificación del mando de las fuerzas especiales (
en base al fracaso, en 1979, de la operación Desierto Uno, en la que fuerzas especiales
trataron de rescatar a los rehenes estadounidenses en Irán, bajo el gobierno de
Reagan )
Las fuerzas de operaciones especiales aumentan de
manera sostenida.
De este modo, los comandos de operaciones
especiales y de guerra de baja intensidad ocupan actualmente una jerarquía
semejante a la del ejército, la marina y la fuerza aérea dentro de la
estructura del ministerio de la guerra estadounidense.
Para trabajo político en el Congreso y la Casa
Blanca se crearon el Grupo Asesor en Política de Operaciones Especiales y la Oficina
de Asistentes del Secretario de la Defensa para Operaciones Especiales, encargados
de la formulación de políticas, supervisión de presupuestos y relaciones con
otras instancias del gobierno estadounidense.
Los nuevos comandos unificados están dotados de la
tecnología más avanzada ( el presupuesto pasó de 500 millones de dólares en 1981
a 3500 millones de dólares en 1990)
Creación de principales lugares de entrenamiento (
Centro para la Guerra Especial "John F. Kennedy", enFort Bragg), (
Centro para la Guerra Especial Naval en Coronado), (Escuela para Operaciones
Especiales de la Fuerza Aérea en Campo Hurlburt)
Algunos analistas militares consideran que el
castellano va a convertirse en la segunda lengua de las fuerzas de operaciones
especiales, debido a los conflictos que anticipan en América Latina.
Elaborar un marco legal adecuado ( en 1986, el
Congreso emite una enmienda para el uso de las fuerzas de operaciones
especiales, establece normas para realizar las acciones directas,
reconocimiento estratégico, guerra no convencional, defensa "interna"
en el extranjero, asuntos civiles, operaciones psicológicas, asistencia
humanitaria, búsqueda, rescate y antiterrorismo.
La guerra psicológica , aspecto
importante de la guerra de baja intensidad.
La mayor necesidad de operaciones psicológicas efectivas está en el área
de las guerras de baja intensidad.
Dentro de la doctrina de contrainsurgencia las
operaciones psicológicas juegan un rol clave en el incremento de la moral de los
aliados y en la destrucción de la moral
del enemigo y sus fuerzas de apoyo.
La guerra de baja intensidad reclama tomar todas
las ventajas psicológicas posibles y que no debe perderse de vista la
importancia de entender la mentalidad latinoamericana.
El proceso de las operaciones psicológicas requiere
abarcar la totalidad de un estado mental más que algunos pensamientos en
términos de una acción o reacción específica.
El último objetivo de las operaciones psicológicas
(PSYOP) es asistir a la aplicación de poder de una nación sobre otra para
influir en las mentes de la gente y acrecentar el logro de las metas.
Desde el punto de vista de los militares
estadounidenses, la tortura o la explotación de la mente humana con objetivos
militares son campos que requieren especial atención y se preocupan de ciertos
avances de Rusia en cuestiones de parapsicología.
Consideran que las "armas mentales" serán
de invaluable ayuda en los conflictos de baja intensidad, sobre todo cuando
pequeños grupos de militantes se encuentren en estrecha relación y desconozcan
la psicología de los demás.
Las "armas mentales" permitirán al
comandante de una guerra de baja intensidad trabajar el aspecto psicológico,
para infiltrar a los grupos rebeldes.
En este campo, un nuevo término en operaciones militares y especialmente en la
esfera de las guerras de baja intensidad es el de la "defensa
paranoica".
Medios de comunicación
Los teóricos estadounidenses de la guerra de baja
intensidad detectan un problema básico: la contradicción entre el derecho
ciudadano a la información y las necesidades de seguridad de los Estados
Unidos.
Lo reducen, tratando de resolver una pregunta:
¿cuál es la relación apropiada entre los militares y la prensa durante los
conflictos de baja intensidad?
En primer término consideran que el poder de los
medios de comunicación puede ser mayor en la guerra que en tiempos de paz.
Existen dos
formas básicas en las que los medios de comunicación pueden tener influencia
directa en la guerra: (a) publicando información útil para el enemigo
(agrupamientos, cantidades, movimientos) y (b) criticando la conducción de las
campañas, lo que puede hacer perder el apoyo moral de la población hacia el
ejército.
En los medios militares está bastante difundida la
idea de que muchas de las responsabilidades de la derrota de Vietnam descansan
sobre los hombros de los reporteros, especialmente de la televisión. Los otros
grandes responsables de la derrota, dicen los halcones, son "nuestros
líderes nacionales que no permitieron a ‘nuestros chicos’ ganar la
guerra".
La "intromisión irracional" de la prensa
en situaciones de conflicto se debe a que el involucramiento gradual o
clandestino de Estados Unidos en una guerra de baja intensidad es la forma más
común del inicio de la intervención.
En la actualidad, la experiencia que más valoran
acerca de una adecuada relación entre los militares y la prensa es la operación
Escudo del desierto, en el Golfo Pérsico.
Los noticieros dieron una enorme cobertura del
conflicto, pero a la vez, los militares restringieron enormemente el ingreso de
reporteros a las zonas de combate y establecieron reglas, que los comunicadores
en general aceptaron, especialmente para unificar las versiones de lo ocurrido.
Esto posibilitó que el ejército no tuviera que
recurrir a la odiosa designación de un agente de censura en cada oficina de
noticias.
En resumen,
ante los errores, ignorancia, desconocimiento del significado real de este
concepto que se apreció de las preguntas
y respuestas que hizo el fiscal supremo (José Antonio Peláez ) que repite en su libro reciente sobre la
guerra de baja , confundiéndola con la "guerra sucia", sumado al
error en el manejo de este concepto por la prensa cuando refieren que "un
grupo de generales del Ejército en situación de retiro, y testigos en el juicio
seguido al ex presidente Alberto Fujimori por los casos Barrios Altos-La
Cantuta y Sótanos del SIE, descartó que las Fuerzas Armadas hayan realizado
operaciones de baja intensidad o guerra sucia, para acabar con el terrorismo en
el país en la década pasada", es necesario examinar este concepto , darle
su verdadero sentido y sentar la premisa, después de los alcances y precisiones
que hemos volcado en este estudio que " guerra de baja intensidad o conflicto de baja intensidad no es lo
mismo que guerra sucia o viceversa" y lo que aplicó el Grupo denominado
“Destacamento Colina “ no fue guerra de baja intensidad sino simplemente
“guerra sucia”.
Mayo 2019
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