lunes, 5 de febrero de 2018

DESPUÉS DE CINCO AÑOS DE LA MUERTE DE LUCHO LABARTHE WENSJOE, PARADIGMA DE LA AMISTAD Y LA ALEGRIA EN EL PUEBLO DE SAN BARTOLO


.

En la madrugada del 3 de febrero del año 2013 ,  un grito desgarrador y un llanto incontrolable , rompió el silencio del edificio en la playa norte de San Bartolo. 

Ana, la devota mujer de Lucho Labarthe , la mujer y compañera durante diez años de su vida, sentía que una gélida espada atravesaba su corazón cuando  comprobó que  su amantísimo esposo había dejador de vivir .

En medio del  estallido de la luz matinal, el manso rumor de las olas , el graznido de gaviotas solitarias, el dulce aroma de la brisa del mar , Lucho Labarte  ese día fatídico estaba señalado para  morir .
Un día antes , había llamado e insistido por teléfono a sus amigos para que no se olviden que había preparado un almuerzo en su departamento en bases a mariscos ,  justamente, un día antes cuando la muerte le tenía preparada una sorpresa definitiva.

Su muerte fue inesperada ,  porque nada hacía presagiar la   urgencia e irrevocabilidad del mandato de la muerte que cuando nos coge lo hace asolapada, traicionera, sin darnos tiempo para nada , porque siempre pensamos que somos indestructibles o que somos de acero  inoxidable o que siempre viviremos en este mundo para satisfacción de nuestros amigos y para desesperación de nuestros enemigos .

De ese día han pasado cinco años y es difícil olvidar la imagen , personalidad , carácter y don de gente de este gran personaje que sabia ser amigo  y hacer amigos, Lucho Labarthe Wensjoe de San Bartolo .

Lucho participó de una  reunión amical , la tarde y noche anterior y como era   habitual en él,  gozaba de la vida , estuvo alegre, feliz y desplegó su amistad con esa manera franca y sincera  de ser con todos lo conocían .

Personajes como Lucho son escasos en esta vida porque ellos hacen de la amistad una elegía y siempre son sinceros y felices al ver que sus amigos disfrutan y pasan momentos gratos en su compañía.

Ese día fue  trágico para la familia.
Pero  más trágico para los amigos de San Bartolo, aquel pueblo con aire provinciano que acoge con calidez a los veraneantes y surfistas todo el año.

Estuve con él y unos amigos en su reciente matrimonio en noviembre del 2012 y en la  fiesta de fin de año.

Después de su muerte, San Bartolo ya no es el mismo y los amigos se dispersaron como piezas suelta porque Lucho era el eje motriz, el aglutinador y el artista que llevó la amistad a lo celestial .

Su carácter especial y temperamento lo convertía en el eje y motor de toda reunión social, en el infatigable amigo que disfrutaba viendo u observando que su amigos estén cómodos, gocen de la vida como él lo hacía y disfruten de los ricos potajes que le gustaba preparar o encargar para las reuniones que él organizaba , ya sea en  su departamento del quinto piso del edificio “Malaga” o  en el Club San Bartolo.


La muerte tiene muchas razones de ser.

Y en el caso de Lucho Labarthe, su fín rápido, sorprensivo , inesperado ,  algo detonó en el corazón y los sentimientos de sus amigos cuyas secuelas  hasta ahora se sienten.

Es una lástima que la muerte cobre vidas como la de Lucho.

Dice un viejo refrán que " nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde".

Cinco años después de su desaparición, esa  frase sigue teniendo vigencia después de la desaparición de este gran amigo que dejó un tremendo vacio  en su familia y amigos,  pero el mayor dolor y vació es cuando nos damos cuenta que se perdió el representante de la  genuina  amistad y  de la alegría de vivir en San Bartolo.

Lucho Labarthe era muy humano.

 Capaz de quitarse la comida de la boca para darle a los pobres o abrazar a un recién conocido mostrándole su amistad y carácter querendón .

Sabía disfrutar de los hermosos atardeceres de la playa norte de San Bartolo, estallido de luces y colores, así como de la compañía de sus amigos que hasta hoy recuerdan con tristeza su desaparición.

Han pasado cinco años de su desaparición y aún no nos acostubramos a su ausencia, porque lo seguiremos viendo su imagen en el  rumor de las olas , en los hermosos atardeceres de la Playa San Bartolo Norte que nos dejaban boquiabiertos, en el disfrute de una buena conversación, en el saludo afectuoso y lleno de alegría.

Así era y seguirá siendo Lucho Labarthe.

Alegre y juguetón como un y niño pero un zorro en los negocios .

 Supo amar a su manera .

Lo recordarán como un hombre de carácter fuerte, temperamento alegre y semblante firme, como aquellos antiguos guerreros que perseguían sueños y se iban a la guerra por un ideal .

Adiós amigo Lucho Labarthe, tu partida después de cinco años sigue dejando un gran  vacío en los que te recuerdan y quieren.

3 de febrero 2018    


No hay comentarios.:

Publicar un comentario