La Operación de Inteligencia “ Fortuna” contra el MRTA ( 31 mayo 1991)
A la par que el PCP-SL , el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) fue una organización terrorista cuya diferencia marcada
está en las bases ideológicas : El MRTA tenía sus sustento ideológico en el Marxismo – Leninismo y el PCP-SL en el
Marxismo-Leninismo –Maoísmo .
El MRTA fue fundado en el 1982 pero sus primeras acciones empezaron en julio de 1984.
Aparece de la convergencia de dos organizaciones políticas ,
el MIR EM y el PSR ML, los mismos que el
18 de mayo de 1980, fecha en que se realizaron las elecciones
presidenciales para elegir a un nuevo gobierno, emitieron un pronunciamiento en
el sentido que había situación pre –
revolucionaria de carácter prolongado porque las causas eran estructurales e implicaba la preparación para la guerra
revolucionaria.
Lo evidente es que este movimiento no quería
quedarse a la zaga de Sendero Luminoso que había empezado su accionar
terrorista el 18 de mayo de 1980.
En junio -semanas después
del ILA de PCP-SL- el PSR
ML y el MIR EM llevaron a cabo una Conferencia Unitaria, que se denominó «El pueblo de El Salvador Vencerá – Héroes
del 65», conferencia en donde sus dirigentes reconocieron que no estaban en
condiciones para el desencadenamiento de la guerra revolucionaria en la
perspectiva de la toma del poder; sin embargo,
estaban convencidos de que la incorporación de la violencia abrirá
nuevos caminos en la lucha de las masas y de la izquierda y coadyuvará al desarrollo de su conciencia y
organización.
Cuando aún no aparecía el MRTA(
Julio de 1984), la nueva convergencia adoptó de manera provisional el nombre de
PSR ML – MIR EM.
En los meses siguientes, trataron de llevar a
la práctica sus acuerdos poniendo particular énfasis en su desarrollo político
– militar.
El 1 de marzo de 1982 , aproximadamente,
una decena de dirigentes del PSR ML - MIR EM se
reunieron en un Comité Central (CC) y después de un balance de la situación
internacional y nacional llegaron a la conclusión de que las condiciones para
el reinicio de la violencia revolucionaria estaban dadas.
Peter Cárdenas Schulte, uno de
los dirigentes , más tarde diría que el asalto
al penal de Huamanga por parte de SL en marzo de 1982, fue determinante para el ingreso del MRTA a
la lucha armada. Observaron que el
ataque fue muy bien planificado y tuvo gran impacto.
En consecuencia, los
dirigentes del PSR ML - MIR EM acordaron que «la organización en su conjunto
asumirá a partir de este CC como tarea central, principal, el desarrollo de la
lucha armada, entendiendo este proceso como la estrategia de la guerra
revolucionaria y la insurrección de todo el pueblo asimismo se adoptó el nombre de Movimiento
Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) disponiendo tenerlo en reserva a dicho nombre
hasta que la nueva estructura partidaria esté en condiciones de respaldar al
MRTA con las armas en la mano.
En enero de 1984, se llevó a
cabo el I Comité Central del MRTA en Lima. Analizaron la situación política nacional y concluyeron de
que el país atravesaba una profunda
crisis política, económica y social provocada, por la creciente actividad
subversiva del PCP-SL y la respuesta sería la lucha armada . Seguidamente, los dirigentes emerretistas definieron un plan
estratégico que contemplaba la captación
de fuerzas clandestinas , las confiscaciones o recuperaciones económicas y
de armas , la realización de
escuelas político-militar y el
traslado de sus militantes a diversas zonas del país.
Una segunda fase sería la propaganda
armada, previa a otra propiamente guerrillera . En las escuelas político – militares,
se iba a impartir, además de formación ideológica, política , entrenamiento
militar y todos los emerretistas tenían que estar en la capacidad
de emplear armas y en condiciones de asumir cualquier
responsabilidad en la lucha militar cuando se le dé la orden respectiva.
La fase de acumulación de fuerzas se inició
poco después de celebrado el Comité Central con la realización de una escuela
político – militar donde se instruyó a
los militantes en el manejo de armas y tácticas militares.
Con esta preparación militar
básica, los emerretistas realizaron algunas «expropiaciones»- que en realidad
eran asaltos principalmente a bancos - y desarmes, a la vez que en esos días,
atacaron con explosivos el Instituto Británico, manifestando de esa manera su
solidaridad con Argentina que se encontraba en guerra con Gran Bretaña por la
posesión de las islas conocidas como Las Malvinas.
El 31 de mayo de 1982, cinco
subversivos del MRTA, entre los que participaban Víctor Polay Campos y Jorge
Talledo Feria, asaltaron un banco en el distrito de La Victoria. Cuando dos de
los subversivos intentaban inmovilizar al policía que resguardaba el banco,
éste disparó matando a Talledo a quien
consideran como el primer emerretista,
miembro del Comité Central, muerto en acción.
El dinero y las armas
conseguidas mediante diversas «recuperaciones», le permitió al MRTA desarrollar
una serie de escuelas político – militares en la ciudad de Lima y realizar
algunas acciones militares como el ataque con explosivos contra la casa de
marines norteamericanos en Lima el 16 noviembre de 1983, como protesta contra
la invasión norteamericana en Granada.
De otro lado, la dirigencia
emerretista acordó iniciar el trabajo de masas destinando a siete emerretistas
para cumplir dicha tarea en septiembre de 1983.
El 13 de noviembre de ese año,
se realizaron las elecciones municipales en todo el país, ganando el candidato
de IU, Alfonso Barrantes Lingán, la alcaldía de Lima y su victoria provocó una serie de expectativas, no sólo entre sus electores —sobre todo de los
sectores populares—, sino también entre las filas de los partidos y
organizaciones políticas integrantes de IU. Para el MRTA, la elección de Barrantes,
significó el triunfo de la oposición y ,
por otro lado, el predominio de una posición «reformista» en la
izquierda.
Este proceso aceleró la preparación del MIR VR para
ingresar a la lucha armada con los Comandos Revolucionarios del Pueblo en 1985
de donde provenía el dirigente Alberto Gálvez
Olaechea ( militante del MIR).
Según el MRTA fue el dirigente
campesino, Antonio Meza Bravo, ex
miembro del MIR histórico, quien sugirió el nombre de Movimiento Revolucionario
Túpac Amaru en homenaje a las guerrillas del MIR en 1965.
El 22 de enero de 1984, en Lima, un grupo de
emerretistas atacó el puesto policial del distrito de Villa El Salvador justificando
esta acción como una respuesta militar a abuso permanente, la agresión sistemática y los
asesinatos que las fuerzas policiales y sus hienas, los Sinchis, cometían a
diario contra las demandas populares.
Los medios periodísticos de la época dieron
una amplia cobertura a la «aparición» de un nuevo grupo subversivo.
El 26 de marzo, otra acción similar se ejecutó
en la casa de Carlos Rodríguez Pastor, Ministro de Economía de aquel entonces.
Asimismo, los subversivos
tomaron algunas radioemisoras para propalar sus propuestas políticas. A la par de estas acciones, el trabajo
proselitista se organizó en torno a la realización de una serie de eventos
políticos y culturales públicos y el uso de espacios cedidos en El diario de Marka.
De esta manera, el MRTA logró
expandir su influencia en fábricas y barrios populares de Lima. En tanto, en Junín, su presencia comenzó a
sentirse en la Universidad Nacional del Centro del Perú y en algunos barrios de
Huancayo y de Jauja.
En ese contexto, un grupo
importante de militantes del PCP – Mayoría ingresó a sus filas. De otro lado, con el fin de iniciar la
organización de su primera columna armada, el MRTA eligió al departamento del
Cuzco. Esta elección obedeció a su
posición geopolítica, cerca de la frontera, la presencia de un alto porcentaje
de campesinos empobrecidos y analfabetos, la tradición de organización y lucha
del campesinado cuzqueño y la existencia de importantes sectores de campesinos
organizados en la Confederación Nacional Agraria (CNA).
Desde fines de 1983, unos
veinte emerretistas habían sido trasladados a la provincia de Paucartambo
(departamento del Cuzco) donde instalaron su campamento principal y
establecieron dos lugares de tránsito.
Sin embargo, el 27 de
noviembre de 1984, nueve de ellos fueron capturados por la policía,
decomisándoles fusiles de guerra, gran cantidad de municiones y uniformes.
Para el MRTA, ese fue un durísimo golpe como
consecuencia del liberalismo, la superficialidad y el desorden con que trabajaban
sus militantes .
Esta captura no fue dada a
conocer por la policía de inmediato, por lo que ante el temor de que los
desaparecieran, el MRTA secuestró a Vicky Peláez y a un camarógrafo del
noticiero «90 Segundos» el 8 de diciembre en horas de la mañana, a fin de
denunciar públicamente la detención de sus militantes, buscando así preservar
su integridad.
El comunicado leído por un
encapuchado Víctor Polay no fue transmitido por Canal 2 debido a la presión del
gobierno. Sin embargo, los directivos del canal, ante las amenazas de los
subversivos, autorizaron su difusión en horas de la noche. Poco después, la
periodista y su camarógrafo fueron liberados.
De otro lado, en Lima, desde
1984, el MRTA había dividido a sus militantes en grupos de autodefensa y milicias
urbanas, encargando a éstas la ejecución de acciones subversivas en la ciudad. Además se había contemplado la creación de
«fuerzas especiales» en sus zonas de operaciones como otro elemento importante
de su estructura militar. La Fuerzas Especiales fueron consideradas por el MRTA
como «unidades de elite» que cumplían actividades en la «retaguardia del
enemigo».
En febrero de 1985, el MRTA realizó su II Comité
Central en el que reafirmó la percepción de encontrarse en un período
pre-revolucionario.
En su informe final, la Comisión de la Verdad
y Reconciliación Nacional refiere que el MRTA fue responsable del 1,5 % de las
víctimas mortales de la lucha antiterrorista.
Las acciones del MRTA se enfocaron en asesinatos selectivos, emboscadas y atentados
con coches bomba atacando
a instituciones armadas del Estado (el ejército y la policía), al mismo tiempo, aparecían emerretistas uniformados en la selva peruana
dando la cara a los medios de comunicación a diferencia de Sendero Luminoso que
eran clandestinos . También , a diferencia de SL
y en forma similar a otras organizaciones armadas americanas con las que
mantuvo vínculos, el MRTA reivindicaba sus acciones. Sin embargo, como indica
la CVR, el MRTA incurrió en
acciones terroristas y criminales como asesinatos, secuestros,
daño a la propiedad privada y
pública, torturas, robo, extorsión.
El MRTA fue liderado por
su fundador , Víctor
Polay Campos , hasta su recaptura y encarcelamiento en julio de
1992,secundados por Peter Cárdenas Schulte, jefe de los llamados comandos
especiales del MRTA y Gálvez Olaechea a cargo de las escuelas político-
militares .
Tras la captura de Polay,
asumió como líder el terrorista Néstor Cerpa Cartolini hasta su muerte en la Operación Chavín de Huantar el 22 de abril de
1997, cuando una acción militar realizada por el Comando Chavín de Huántar de las FFAA recuperaron
el control de la Embajada Japonesa en Lima tomada por asalto el 17 de diciembre de
1996 por un comando de 14 terroristas del
MRTA, liderados por el mismo Cerpa Cartolini.
El MRTA realizó decenas de secuestro , siendo una
práctica frecuente, principalmente a empresarios para pedir cupos u obtención
de beneficios político o económicos . Con este tipo de acciones , el MRTA cavó
sus propia tumba porque los secuestros individuales o colectivos lo alejaron de
esa imagen que querían vender de una guerrilla romántica y los convirtió en
simples mercenarios , asaltantes y secuestradores .
Con el secuestro del empresario televisivo Héctor Delgado Parker
(1989) el MRTA implantó en Lima las
"cárceles del pueblo", ideadas por Peter Cárdenas Schulte, socavones
excavados en sótanos de domicilios particulares. Eran espacios reducidos,
precarios e insalubres, en donde los secuestrados eran sometidos a
interrogatorios llamados "juicios populares" a la espera del pago por
el rescate.
Eran auténticos centros de tortura física. Esta
práctica se hizo extensiva en los años 1992 y 1993, tras lo cual disminuyó su
número.
Los miembros del MRTA actuaban con gran precisión al momento de la
aprehensión de sus víctimas. En muchos casos, disparaban a sangre fría contra
quienes trataban de impedir el secuestro o incluso contra sus víctimas si estas
ofrecían resistencia, como fue el caso del empresario vidriero Pedro Miyasato
Miyasato, realizado el 22 de abril de 1993, además de los tratos
crueles , inhumanas y degradantes a las víctimas de secuestro .
Otro tipo de acciones que también les hizo
perder rumbo y el rechazo de la población fue los “aniquilamientos a minoría
sexuales como homosexuales y travestis consideradas por este grupo terrorista
como lacras sociales que corrompían a las juventud .
En cuanto a la definición de
su estrategia denominada «guerra revolucionaria del pueblo», un primer esbozo
fue formulada en el documento «El MRTA y la revolución peruana», publicado en
mayo de 1985. El objetivo principal de
su estrategia era «la conquista del poder político que se alcanzaría en un proceso más o menos
prolongado de guerra revolucionaria. Según el MRTA, su estrategia adquiriría diversas
formas de acuerdo a la agudización de la lucha de clases en el país, y a las
etapas propias de este tipo de guerra, surgidas acorde a la particular realidad
nacional.
De manera general, en los
inicios de su guerra pretendían la acumulación y desarrollo de fuerzas
revolucionarias, ideológicas, políticas y militares y en ese sentido, su
trabajo se encontraría enfocado a la construcción de una organización de vanguardia
que sea capaz de fundirse con las masas trabajadoras y orientar sus luchas en
la perspectiva general .
Con el fin de alcanzar sus
metas y objetivos trazados, el MRTA prestó particular atención a las tareas de
prensa y difusión. Al respecto acordaron
publicar un vocero con el nombre de «Venceremos»
e implementar una radioemisora clandestina de nombre «4 de Noviembre»
El primer número de su boletín apareció en
abril y al mes siguiente, la señal de la radioemisora emerretista salió al aire
interfiriendo la transmisión televisiva del Canal 5 en algunos pocos distritos
de Lima.
Por último, en el contexto
electoral de abril de 1985, el MRTA propuso una plataforma de lucha mínima, que
se resumió en el rompimiento con el Fondo Monetario Internacional, el aumento
del sueldo mínimo vital, la amnistía para todos los «presos políticos» y el
cese de los estados de emergencia.
Asimismo, llamó al electorado
a votar viciado en las elecciones presidenciales.
Estas propuestas fueron
acompañadas de atentados como el ataque a la casa del entonces Ministro de
Trabajo, Joaquín Leguía y la colocación de explosivos en los locales de la
firma Kentucky Fried Chicken, en marzo de 1985 en Lima.
En los meses siguientes, el
MRTA efectuó una serie de acciones denominadas «milicianas» y «comando».
Las primeras realizaron
atentados contra las empresas prestadoras de servicios de agua y energía
eléctrica, además de innumerables repartos de volantes, pintado de lemas
subversivos, mítines relámpagos, colocación de banderas y «tomas» de
radioemisoras, colegios, mercados y barrios populares.
En tanto, los comandos
emerretistas ejecutaron la «recuperación» de armas de armerías ubicadas en Lima
o los asaltos a camiones repletos de productos de primera necesidad.
En el mes de junio de 1985, en
conmemoración del inicio de la acción guerrillera del MIR de De la Puente
Uceda, el MRTA efectuó varias acciones en la ciudad de Chiclayo (departamento
de Lambayeque), Chimbote (departamento de Ancash), Huancayo (departamento de
Junín) y Lima.
Hasta ese momento, los
emerretistas habían logrado consolidar una estructura militar, con un costo
mínimo de militantes caídos y una serie de acciones realizadas en Lima y otras
ciudades de la costa y sierra central del país.
Entonces, consideraron que la
fase de propaganda armada se había cumplido exitosamente y podían pasar a la
fase de hostigamiento con características más propiamente guerrilleras. Dos acciones realizadas en Lima marcaron el
inicio de la fase de hostigamiento.
El 12 de julio, siete puestos policiales,
ubicados en diferentes distritos de Lima, fueron atacados en forma simultánea y
el 25 de julio42, un coche bomba fue colocado en el Ministerio del Interior,
sin ocasionar víctimas mortales. Esta
fue la primera vez que se hizo uso de esta modalidad terrorista.
Desde enero de 1984 hasta mediados de 1985, el
MRTA afianzó su organización y logró, mediante sus acciones, una mayor
presencia en los medios de comunicación, convirtiéndose en un actor más en el
conflicto armado interno.
En cuanto a los integrantes de
sus «comandos» se acordó que éstos se fueran especializando y vivieran en casas operativas o bases .
De otro lado, su trabajo en
los «frentes de masas» estudiantiles, barriales y populares obtenía algunos
avances gracias a la influencia alcanzada por el Movimiento Pueblo en Marcha
–organización política en la que el MRTA había infiltrado militantes-
Así, en las Universidades de
San Marcos e Ingeniería ganaban simpatía de algunos sectores estudiantiles
mientras que en algunos barrios populares de las ciudades de Lima y Huancayo,
su labor proselitista se intensificaba.
Sin embargo, luego de las
elecciones presidenciales de abril de 1985 donde resultó electo Alan García
Pérez del APRA, la Dirección del MRTA suspendió las acciones militares contra
el gobierno entrante, al considerar que el pueblo había «depositado
mayoritariamente su esperanza en el partido aprista de un cambio radical de su
situación» y por tal razón se muestran expectantes por lo que puedan hace los
apristas en el poder . Esta medida sorprendió a propios y extraños.
En una concurrida conferencia
de prensa clandestina, Victor Polay Campos, a nombre del Comité Ejecutivo
Nacional, instancia de dirección emerretista, leyó un pronunciamiento donde se
señalaban las razones por las cuales tomaban aquella decisión.
El 24 de julio, un comando
emerretista tomó el Museo Histórico de Huaura (provincia de Huaura,
departamento de Lima) y «recuperó» una réplica en plata de la espada de San
Martín, la bandera original con la cual proclamara la independencia del Perú,
la Condecoración de la Orden del Sol y el original de la Proclama de San
Martín.
Con este gesto simbólico, el
MRTA buscaba relevar su raíz nacional y su permanente vocación por recoger y
valorar los factores nacionalistas de la larga lucha del pueblo peruano.
El gesto imitaba la acción del
M 19, cuando sus militantes robaron la espada de Simón Bolívar en enero de
1974.
El uso de «bases» o «casas de
seguridad» fue otra de las características del MRTA que mantuvo hasta el final
y graficaba, a decir de los emerretistas, el carácter político-militar de su
organización.
Cuando la policía allanaba algunas de estas
«bases» solía encontrar gran cantidad de armas de guerra y dinero en efectivo.
La caída más publicitada de
una de ellas ocurrió en Lima, en el distrito de La Molina, a fines de noviembre
de 1995. Ahí fueron detenidos Miguel
Rincón Rincón, uno de los últimos dirigentes subversivos en libertad, y varios
emerretistas más.
El uso intensivo de los medios masivos de
comunicación fue una las características más saltantes de la acción
emerretista.
El envío periódico de su
boletín informativo, de videos con declaraciones de sus máximos dirigentes o
informar a los periodistas acerca de la inminencia de la ejecución de una
acción de envergadura para que sea cubierta y la «toma» de agencias de
noticias, radioemisoras y medios escritos de prensa fue una práctica común de
los subversivos.
Así por ejemplo, un comando
encabezado por Néstor Cerpa Cartolini tomó el diario El Nacional el 4 de
noviembre de 1985.
En Huancayo, algunos
emerretistas se pasaron a las filas del PCP-SL, al que veían como más
consecuente y con una línea política más definida. La suspensión de acciones
permitió al MRTA reiniciar sus exploraciones con el fin de ubicar una zona
rural donde asentar una futura columna guerrillera.
Asimismo, con la finalidad de
que sus militantes adquirieran experiencia, enviaron a fines de 1985 a un grupo
de militantes a Colombia.
Este contingente emerretista, junto a los
militantes de la organización Alfaro Vive ¡Carajo! del Ecuador y del M 19,
formaron el Batallón América en 1986 y participaron en acciones guerrilleras
contra las fuerzas del orden colombianas.
Finalmente, en el ámbito
nacional, el MRTA, buscó intensificar sus relaciones con los partidos y
organizaciones de izquierda bajo la perspectiva de sumar esfuerzos a su
proyecto.
Desde agosto de 1985 las acciones militares del MRTA continuaron
contra blancos «imperialistas» y las fuerzas del orden que habían «agredido al
pueblo».
Así durante noviembre, una
serie de acciones de propaganda, conmemorando un aniversario más del
levantamiento de Túpac Amaru, se efectuaron en las ciudades de Lima , Huancayo,
Chiclayo, Chimbote y Cuzco.
Por último, en diciembre, los
emerretistas organizaron «repartos populares» en algunos barrios populares en
Lima, distribuyendo productos de primera necesidad robados de camiones
repartidores de importantes firmas comerciales.
Entre el 9 y 14 de febrero de
1986, el MRTA realizó su III Comité Central en Lima, con el fin de evaluar el
cumplimiento de sus metas y objetivos durante 1985.
Se reunieron los integrantes del Comité
Ejecutivo Nacional, el Comité Central y los responsables de las diversas
estructuras políticas y militares emerretistas.
Su balance fue positivo, al
considerar que habían «conquistado un espacio político importante en la escena
nacional y aún internacional». Sin embargo, hasta ese momento, pese a su
visible presencia en los medios masivos de comunicación, el MRTA no había
logrado influir de manera significativa ni mucho menos conducir importantes
movimientos sindicales, campesinos, barriales, estudiantiles o populares (los
que se encontraban hegemonizados por los partidos de la izquierda legal,
agrupados en IU).
El 5 de noviembre, los
emerretistas atacaron al puesto policial de Playa Rímac en represalia contra
los policías que desalojaron en forma violenta a miles de pobladores que
ocupaban de manera ilegal los terrenos del ex fundo Garagay.
El 6 de noviembre un comando
subversivo atacó con cargas explosivas el Casino de Oficiales de la Guardia
Republicana como «escarmiento» contra sus efectivos que habían debelado un
motín de internos del PCP-SL en el penal Lurigancho con el saldo de más de 30
personas muertas, hecho ocurrido el 4 de octubre.
El 21 de abril de 1986 en
solidaridad con Libia, que había sido bombardeada por Estados Unidos, colocaron
un coche bomba en la residencia del embajador norteamericano. Y, en homenaje al
inicio de las guerrillas del MIR en 1965, realizaron dos acciones importantes
en Lima, la primera llevada a cabo el 9 de junio en la plaza de Villa María del
Perpetuo Socorro (ubicada en la margen izquierda del río Rímac), donde los
emerretistas convocaron un mitin y repartieron alimentos robados a dos camiones
distribuidores.
También incendiaron uno de los
ambientes del Casino de Policía en el centro de Lima, realizado por un comando
subversivo.
Cuando se retiraban se
enfrentaron con los policías, muriendo uno de ellos.
Con el transcurso del tiempo,
el incremento de militantes, la extensión de su presencia en el territorio
nacional, las sucesivas caídas de importantes dirigentes subversivos, la falta
de dirigentes y mandos medios con experiencia y formación política e ideológica
se fue agudizando significativamente su exitencia.
Pocos días después, el 18 y el
19 de junio de 1986 , los militantes del PCP-SL se amotinaron en tres penales:
El Frontón, Lurigancho y Santa Mónica aprovechando la cobertura de los medios
de comunicación al congreso de la Internacional Socialista que se realizaba en
Lima. El gobierno de García encargó el develamiento del motín a las Fuerzas
Armadas con un saldo de 244 personas muertas .
Casi de inmediato, comandos emerretistas
tomaron las agencias ANSA, France Press, Reuters y DPA y propalaron un
comunicado condenando estos sucesos.
Otro hecho relevante del MRTA
se llevó a cabo el 17 de diciembre de 1996 cuando un grupo armado de 14 miembros del MRTA, al
mando de Néstor Cerpa Cartolini, tomó la residencia del embajador japonés en
Lima y capturó a 800 rehenes pertenecientes a los sectores más encumbrados de
la vida política y económica peruana, siendo la última gran acción terrorista
en la historia de Perú. El MRTA exigió,
como condición para liberar a los rehenes, que el gobierno peruano, presidido
en ese momento por Alberto Fujimori, liberara de las cárceles
peruanas a 462 integrantes de este grupo subversivo, exigencia rechazada por el
gobierno.
El mismo día de la toma, los insurgentes emerretistas liberaron a todas
las mujeres y niños así como a aquellos hombres no considerados
"objetivo" por el MRTA que se encontraban retenidos en la embajada,
como un gesto humanitario, quedando un total de 72 rehenes en su poder. A partir de esta incursión y de su exigencia,
empezaría la desarticulación total del MRTA. El hecho tuvo como desenlace el
asalto de la embajada por fuerzas especiales del Ejército del Perú, en un operativo llamado por
el ejército como Operación Chavín de Huanta el 22 de abril de 1997.
Durante el operativo militar, murieron los 14 terroristas,
incluyendo a Cerpa Cartolini, un rehén (Dr. Carlos Giusti Acuña, Vocal
de la Corte Suprema)
y dos comandos (Teniente Coronel Juan Valer Sandoval y Teniente Raúl Jiménez Chávez).
La
Operación de Inteligencia Operativa “Fortuna”( 31 de mayo 1991)
Con la llegada al GEIN de Marcos Miyashiro –
por invitación de “Acero”- y un grupo de 7 u 8 oficiales y subalternos que
trabajaban con él en la División de Investigaciones Especiales de la DIRCOTE se
impulsó las investigaciones contra el MRTA.
Hasta ese momento el GEIN no se dedicaba a combatir con el MRTA sino al PCP-SL.
Miyashiro se había especializado con su
grupo se habían especializado en la lucha contra el MRTA
por eso es que con su llegada al GEIN se
dio inicio a la operación de inteligencia “Fortuna” y durante tres meses de
seguimientos y vigilancias de un grupo de MRTA dirigido por Alberto Gálvez Olaechea,
que por aquel entonces, estaba a cargo de las escuelas políticos – militares en
donde se formaban los “comandos “ del MRTA, una de la cuales funcionaba de
manera clandestina en una casa ubicada en Pueblo Libre, culminó esta operación
el 31 de mayo 1991 .
Este operativo fue exitoso, lográndose
detener a Alberto Gálvez Olaechea ,
dirigente del MRTA, así como su conviviente , Rosa Luz Padilla Baca, otra connotada miembro del MRTA,
desarticulándose una escuela central de
formación de combatientes y milicianos del MRTA que funcionaba en un inmueble ubicado en Pueblo Libre , cuadra 6
de la Avenida Sucre.
Felizmente, cuando se intervino esta casa
donde funcionaba la escuela de formación político- militar, los comandos del
MRTA ya habían terminado el curso hacia
una semana y los estudiantes regresaron a sus lugares de orígenes , por lo que
se evitó un enfrentamiento y matanza porque todos estaban armados y uniformados
para repeler cualquier intervención .
En la escuela durante el registro se
encontraron fusiles AKM, FAL, G3,
pistolas, revólveres, 2 toneladas de explosivos consistente en pólvora de
aluminio, dispositivos de minas antipersonas marca Clay, 5,000 municiones para
armas de fuego de diversos calibres, pertrechos de guerra, uniformes, abundante
información escrita y audiovisual de carácter secreto sobre la estructura
orgánica del MRTA, propaganda y otros, que eran utilizados por los instructores
del MRTA.
Otros
detenidos en este operativo fueron : Federico Alfonso Isola Amezquita(Rodrigo),
, Rómulo Ulloa Jesús , Julia Betty Segura Cárdenas o Julia Gonzales Alva,
Aníbal Augusto Apari Sánchez , Antonio Morales Herrera, Olga Siria Vásquez
Varea, Vilma Matallana Oré , José Wilfredo Pacheco Ampuero , Raquel Torres
Pacheco y Leoncio Morales Cajas .
Se
formuló el Atestado No. 051-DIRCOTE
del 15 de junio de 1991.
4 setiembre 2020
Benedicto Jiménez “Acero”
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