viernes, 4 de septiembre de 2020

LA CUARTA OPERACION DE INTELIGENCIA DEL GEIN DENOMINADA "FORTUNA" CONTRA EL MRTA ( 31 MAYO 1991)

 


La Operación de Inteligencia “ Fortuna” contra el MRTA ( 31 mayo 1991)

El Movimiento Revolucionario Túpac Amaru(MRTA).- Origen y evolución.

A la par que el PCP-SL , el  Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) fue una organización  terrorista cuya diferencia marcada está en las bases ideológicas : El MRTA tenía sus sustento ideológico en el  Marxismo – Leninismo y el PCP-SL en el Marxismo-Leninismo –Maoísmo .

El MRTA fue fundado en el  1982 pero sus primeras acciones  empezaron  en julio de 1984.

Aparece de la  convergencia de dos organizaciones políticas , el MIR EM y el PSR ML, los mismos que el  18 de mayo de 1980, fecha en que se realizaron las elecciones presidenciales para elegir a un nuevo gobierno, emitieron un pronunciamiento en el sentido que había situación pre  – revolucionaria de carácter prolongado porque las causas eran  estructurales e  implicaba la preparación para la guerra revolucionaria.

Lo evidente es que este movimiento no quería quedarse a la zaga de Sendero Luminoso que había empezado su accionar terrorista el 18 de mayo de 1980. 

En junio -semanas después del  ILA de PCP-SL-  el  PSR ML y el MIR EM llevaron a cabo una Conferencia Unitaria, que se denominó «El pueblo de El Salvador Vencerá – Héroes del 65», conferencia en donde sus dirigentes reconocieron que no estaban en condiciones para el desencadenamiento de la guerra revolucionaria en la perspectiva de la toma del poder; sin embargo,  estaban convencidos de que la incorporación de la violencia abrirá nuevos caminos en la lucha de las masas y de la izquierda y  coadyuvará al desarrollo de su conciencia y organización.

Cuando aún no aparecía el MRTA( Julio de 1984), la nueva convergencia adoptó de manera provisional el nombre de PSR ML – MIR EM.

 En los meses siguientes, trataron de llevar a la práctica sus acuerdos poniendo particular énfasis en su desarrollo político – militar. 

El 1 de marzo de 1982 , aproximadamente,  una  decena de dirigentes del PSR ML - MIR EM se reunieron en un Comité Central (CC) y después de un balance de la situación internacional y nacional llegaron a la conclusión de que las condiciones para el reinicio de la violencia revolucionaria estaban dadas. 

Peter Cárdenas Schulte, uno de los dirigentes , más tarde diría que el  asalto al penal de Huamanga por parte de SL en marzo de 1982,  fue determinante para el ingreso del MRTA a la lucha armada. Observaron que el  ataque fue muy bien planificado y tuvo gran  impacto.

En consecuencia, los dirigentes del PSR ML - MIR EM acordaron que «la organización en su conjunto asumirá a partir de este CC como tarea central, principal, el desarrollo de la lucha armada, entendiendo este proceso como la estrategia de la guerra revolucionaria y la insurrección de todo el pueblo asimismo  se adoptó el nombre de Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) disponiendo tenerlo en reserva a dicho nombre hasta que la nueva estructura partidaria esté en condiciones de respaldar al MRTA con las armas en la mano.

En enero de 1984, se llevó a cabo el I Comité Central del MRTA en Lima. Analizaron la  situación política nacional y concluyeron de que el  país atravesaba una profunda crisis política, económica y social provocada, por la creciente actividad subversiva del PCP-SL y la respuesta sería la lucha armada .  Seguidamente, los  dirigentes emerretistas definieron un plan estratégico que contemplaba  la captación de  fuerzas clandestinas , las  confiscaciones o recuperaciones económicas y de armas , la realización de escuelas  político-militar y el traslado de sus militantes a diversas zonas del país. 

Una segunda fase sería la propaganda armada, previa a otra propiamente guerrillera . En las escuelas político – militares, se iba a impartir, además de formación ideológica, política , entrenamiento militar  y todos los   emerretistas tenían que estar en la capacidad de emplear armas y  en  condiciones de asumir cualquier responsabilidad en la lucha militar cuando se le dé la orden respectiva.

 La fase de acumulación de fuerzas se inició poco después de celebrado el Comité Central con la realización de una escuela político – militar  donde se instruyó a los militantes en el manejo de armas y tácticas militares. 

Con esta preparación militar básica, los emerretistas realizaron algunas «expropiaciones»- que en realidad eran asaltos principalmente a bancos - y desarmes, a la vez que en esos días, atacaron con explosivos el Instituto Británico, manifestando de esa manera su solidaridad con Argentina que se encontraba en guerra con Gran Bretaña por la posesión de las islas conocidas como Las Malvinas.

El 31 de mayo de 1982, cinco subversivos del MRTA, entre los que participaban Víctor Polay Campos y Jorge Talledo Feria, asaltaron un banco en el distrito de La Victoria. Cuando dos de los subversivos intentaban inmovilizar al policía que resguardaba el banco, éste disparó  matando a Talledo a quien consideran como el primer  emerretista, miembro del Comité Central, muerto en acción.

El dinero y las armas conseguidas mediante diversas «recuperaciones», le permitió al MRTA desarrollar una serie de escuelas político – militares en la ciudad de Lima y realizar algunas acciones militares como el ataque con explosivos contra la casa de marines norteamericanos en Lima el 16 noviembre de 1983, como protesta contra la invasión norteamericana en Granada.

De otro lado, la dirigencia emerretista acordó iniciar el trabajo de masas destinando a siete emerretistas para cumplir dicha tarea en septiembre de 1983.

El 13 de noviembre de ese año, se realizaron las elecciones municipales en todo el país, ganando el candidato de IU, Alfonso Barrantes Lingán, la alcaldía de Lima y su victoria  provocó una serie de expectativas,  no sólo entre sus electores —sobre todo de los sectores populares—, sino también entre las filas de los partidos y organizaciones políticas integrantes de IU.  Para el MRTA, la elección de Barrantes, significó el  triunfo de la oposición y ,  por otro lado, el  predominio de una posición «reformista» en la izquierda.

Este proceso  aceleró la preparación del MIR VR para ingresar a la lucha armada con los Comandos Revolucionarios del Pueblo en 1985 de donde provenía el dirigente Alberto Gálvez  Olaechea  ( militante del MIR).

Según el MRTA fue el dirigente campesino,  Antonio Meza Bravo, ex miembro del MIR histórico, quien sugirió el nombre de Movimiento Revolucionario Túpac Amaru en homenaje a las guerrillas del MIR en 1965.

El  22 de enero de 1984, en Lima, un grupo de emerretistas atacó el puesto policial del distrito de Villa El Salvador justificando esta acción como una respuesta militar a abuso  permanente, la agresión sistemática y los asesinatos que las fuerzas policiales y sus hienas, los Sinchis, cometían a diario contra las demandas populares.

 Los medios periodísticos de la época dieron una amplia cobertura a la «aparición» de un nuevo grupo subversivo.

 El 26 de marzo, otra acción similar se ejecutó en la casa de Carlos Rodríguez Pastor, Ministro de Economía de aquel entonces.

Asimismo, los subversivos tomaron algunas radioemisoras para propalar sus propuestas políticas.  A la par de estas acciones, el trabajo proselitista se organizó en torno a la realización de una serie de eventos políticos y culturales públicos y el uso de espacios cedidos en El diario de Marka.

De esta manera, el MRTA logró expandir su influencia en fábricas y barrios populares de Lima.  En tanto, en Junín, su presencia comenzó a sentirse en la Universidad Nacional del Centro del Perú y en algunos barrios de Huancayo y de Jauja.

En ese contexto, un grupo importante de militantes del PCP – Mayoría ingresó a sus filas.  De otro lado, con el fin de iniciar la organización de su primera columna armada, el MRTA eligió al departamento del Cuzco.  Esta elección obedeció a su posición geopolítica, cerca de la frontera, la presencia de un alto porcentaje de campesinos empobrecidos y analfabetos, la tradición de organización y lucha del campesinado cuzqueño y la existencia de importantes sectores de campesinos organizados en la Confederación Nacional Agraria (CNA).

Desde fines de 1983, unos veinte emerretistas habían sido trasladados a la provincia de Paucartambo (departamento del Cuzco) donde instalaron su campamento principal y establecieron dos lugares de tránsito.

Sin embargo, el 27 de noviembre de 1984, nueve de ellos fueron capturados por la policía, decomisándoles fusiles de guerra, gran cantidad de municiones y uniformes.

 Para el MRTA, ese fue un durísimo golpe como consecuencia del liberalismo, la superficialidad y el desorden con que trabajaban sus militantes .

Esta captura no fue dada a conocer por la policía de inmediato, por lo que ante el temor de que los desaparecieran, el MRTA secuestró a Vicky Peláez y a un camarógrafo del noticiero «90 Segundos» el 8 de diciembre en horas de la mañana, a fin de denunciar públicamente la detención de sus militantes, buscando así preservar su integridad.

El comunicado leído por un encapuchado Víctor Polay no fue transmitido por Canal 2 debido a la presión del gobierno. Sin embargo, los directivos del canal, ante las amenazas de los subversivos, autorizaron su difusión en horas de la noche. Poco después, la periodista y su camarógrafo fueron liberados.

De otro lado, en Lima, desde 1984, el MRTA había dividido a sus militantes en grupos de autodefensa y milicias urbanas, encargando a éstas la ejecución de acciones subversivas en la ciudad.  Además se había contemplado la creación de «fuerzas especiales» en sus zonas de operaciones como otro elemento importante de su estructura militar. La Fuerzas Especiales fueron consideradas por el MRTA como «unidades de elite» que cumplían actividades en la «retaguardia del enemigo».

En  febrero de 1985, el MRTA realizó su II Comité Central en el que reafirmó la percepción de encontrarse en un período pre-revolucionario.

En su informe final, la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional refiere que el  MRTA fue responsable del 1,5 % de las víctimas mortales de la lucha antiterrorista.

Las acciones del MRTA  se enfocaron en  asesinatos selectivos, emboscadas y atentados con coches bomba atacando a instituciones armadas del Estado (el ejército y la policía), al mismo tiempo, aparecían  emerretistas uniformados en la selva peruana dando la cara a los medios de comunicación a diferencia de Sendero Luminoso que eran clandestinos . También , a  diferencia de SL y en forma similar a otras organizaciones armadas americanas con las que mantuvo vínculos, el MRTA reivindicaba sus acciones. Sin embargo, como indica la CVR, el MRTA incurrió en acciones terroristas y criminales como asesinatossecuestros, daño a la propiedad privada y pública, torturasroboextorsión. ​

El MRTA fue liderado por su fundador , Víctor Polay Campos , hasta su recaptura y encarcelamiento en julio de 1992,secundados por   Peter Cárdenas Schulte, jefe de los llamados comandos especiales del MRTA y Gálvez Olaechea a cargo de las escuelas político- militares .

Tras la captura de Polay, asumió como líder el terrorista Néstor Cerpa Cartolini hasta su muerte en la Operación Chavín de Huantar el 22 de abril de 1997, cuando una acción militar realizada por el Comando Chavín de Huántar de las FFAA recuperaron el control de la Embajada Japonesa en Lima tomada por asalto el 17 de diciembre de 1996 por un comando de 14 terroristas del MRTA, liderados por el mismo Cerpa Cartolini.

El MRTA  realizó decenas de secuestro , siendo una práctica frecuente, principalmente a empresarios para pedir cupos u obtención de beneficios político o económicos . Con este tipo de acciones , el MRTA cavó sus propia tumba porque los secuestros individuales o colectivos lo alejaron de esa imagen que querían vender de una guerrilla romántica y los convirtió en simples mercenarios , asaltantes y secuestradores .

Con el secuestro del  empresario televisivo Héctor Delgado Parker (1989) el MRTA implantó en Lima las  "cárceles del pueblo", ideadas por Peter Cárdenas Schulte, ​ socavones excavados en sótanos de domicilios particulares. Eran espacios reducidos, precarios e insalubres, en donde los secuestrados eran sometidos a interrogatorios llamados "juicios populares" a la espera del pago por el rescate.

Eran  auténticos centros de tortura física. Esta práctica se hizo extensiva en los años 1992 y 1993, tras lo cual disminuyó su número.

Los miembros del MRTA actuaban con gran precisión al momento de la aprehensión de sus víctimas. En muchos casos, disparaban a sangre fría contra quienes trataban de impedir el secuestro o incluso contra sus víctimas si estas ofrecían resistencia, como fue el caso del empresario vidriero Pedro Miyasato Miyasato, realizado el 22 de abril de 1993, además de los tratos crueles , inhumanas y degradantes a las víctimas de secuestro .

Otro tipo de acciones que también les hizo perder rumbo y el rechazo de la población fue los “aniquilamientos a minoría sexuales como homosexuales y travestis consideradas por este grupo terrorista como lacras sociales que corrompían a las juventud .

En cuanto a la definición de su estrategia denominada «guerra revolucionaria del pueblo», un primer esbozo fue formulada en el documento «El MRTA y la revolución peruana», publicado en mayo de 1985.  El objetivo principal de su estrategia era «la conquista del poder político  que se alcanzaría en un proceso más o menos prolongado de guerra revolucionaria.   Según el MRTA, su estrategia adquiriría diversas formas de acuerdo a la agudización de la lucha de clases en el país, y a las etapas propias de este tipo de guerra, surgidas acorde a la particular realidad nacional.

De manera general, en los inicios de su guerra pretendían la acumulación y desarrollo de fuerzas revolucionarias, ideológicas, políticas y militares y en ese sentido, su trabajo se encontraría enfocado a la construcción de una organización de vanguardia que sea capaz de fundirse con las masas trabajadoras y orientar sus luchas en la perspectiva general .

Con el fin de alcanzar sus metas y objetivos trazados, el MRTA prestó particular atención a las tareas de prensa y difusión.  Al respecto acordaron publicar un vocero con el nombre de «Venceremos» e implementar una radioemisora clandestina de nombre «4 de Noviembre»

 El primer número de su boletín apareció en abril y al mes siguiente, la señal de la radioemisora emerretista salió al aire interfiriendo la transmisión televisiva del Canal 5 en algunos pocos distritos de Lima.

Por último, en el contexto electoral de abril de 1985, el MRTA propuso una plataforma de lucha mínima, que se resumió en el rompimiento con el Fondo Monetario Internacional, el aumento del sueldo mínimo vital, la amnistía para todos los «presos políticos» y el cese de los estados de emergencia.

Asimismo, llamó al electorado a votar viciado en las elecciones presidenciales.

Estas propuestas fueron acompañadas de atentados como el ataque a la casa del entonces Ministro de Trabajo, Joaquín Leguía y la colocación de explosivos en los locales de la firma Kentucky Fried Chicken, en marzo de 1985 en Lima.

En los meses siguientes, el MRTA efectuó una serie de acciones denominadas «milicianas» y «comando».

Las primeras realizaron atentados contra las empresas prestadoras de servicios de agua y energía eléctrica, además de innumerables repartos de volantes, pintado de lemas subversivos, mítines relámpagos, colocación de banderas y «tomas» de radioemisoras, colegios, mercados y barrios populares.

En tanto, los comandos emerretistas ejecutaron la «recuperación» de armas de armerías ubicadas en Lima o los asaltos a camiones repletos de productos de primera necesidad.

En el mes de junio de 1985, en conmemoración del inicio de la acción guerrillera del MIR de De la Puente Uceda, el MRTA efectuó varias acciones en la ciudad de Chiclayo (departamento de Lambayeque), Chimbote (departamento de Ancash), Huancayo (departamento de Junín) y Lima.

Hasta ese momento, los emerretistas habían logrado consolidar una estructura militar, con un costo mínimo de militantes caídos y una serie de acciones realizadas en Lima y otras ciudades de la costa y sierra central del país.

Entonces, consideraron que la fase de propaganda armada se había cumplido exitosamente y podían pasar a la fase de hostigamiento con características más propiamente guerrilleras.  Dos acciones realizadas en Lima marcaron el inicio de la fase de hostigamiento.

 El 12 de julio, siete puestos policiales, ubicados en diferentes distritos de Lima, fueron atacados en forma simultánea y el 25 de julio42, un coche bomba fue colocado en el Ministerio del Interior, sin ocasionar víctimas mortales.  Esta fue la primera vez que se hizo uso de esta modalidad terrorista.

 Desde enero de 1984 hasta mediados de 1985, el MRTA afianzó su organización y logró, mediante sus acciones, una mayor presencia en los medios de comunicación, convirtiéndose en un actor más en el conflicto armado interno.

En cuanto a los integrantes de sus «comandos» se acordó que éstos se fueran especializando y vivieran en  casas operativas o bases .

De otro lado, su trabajo en los «frentes de masas» estudiantiles, barriales y populares obtenía algunos avances gracias a la influencia alcanzada por el Movimiento Pueblo en Marcha –organización política en la que el MRTA había infiltrado militantes-

Así, en las Universidades de San Marcos e Ingeniería ganaban simpatía de algunos sectores estudiantiles mientras que en algunos barrios populares de las ciudades de Lima y Huancayo, su labor proselitista se intensificaba.

Sin embargo, luego de las elecciones presidenciales de abril de 1985 donde resultó electo Alan García Pérez del APRA, la Dirección del MRTA suspendió las acciones militares contra el gobierno entrante, al considerar que el pueblo había «depositado mayoritariamente su esperanza en el partido aprista de un cambio radical de su situación» y por tal razón se muestran expectantes por lo que puedan hace los apristas en el poder . Esta medida sorprendió a propios y extraños.

En una concurrida conferencia de prensa clandestina, Victor Polay Campos, a nombre del Comité Ejecutivo Nacional, instancia de dirección emerretista, leyó un pronunciamiento donde se señalaban las razones por las cuales tomaban aquella decisión.

El 24 de julio, un comando emerretista tomó el Museo Histórico de Huaura (provincia de Huaura, departamento de Lima) y «recuperó» una réplica en plata de la espada de San Martín, la bandera original con la cual proclamara la independencia del Perú, la Condecoración de la Orden del Sol y el original de la Proclama de San Martín.

Con este gesto simbólico, el MRTA buscaba relevar su raíz nacional y su permanente vocación por recoger y valorar los factores nacionalistas de la larga lucha del pueblo peruano.

El gesto imitaba la acción del M 19, cuando sus militantes robaron la espada de Simón Bolívar en enero de 1974.

El uso de «bases» o «casas de seguridad» fue otra de las características del MRTA que mantuvo hasta el final y graficaba, a decir de los emerretistas, el carácter político-militar de su organización.

 Cuando la policía allanaba algunas de estas «bases» solía encontrar gran cantidad de armas de guerra y dinero en efectivo.

La caída más publicitada de una de ellas ocurrió en Lima, en el distrito de La Molina, a fines de noviembre de 1995.  Ahí fueron detenidos Miguel Rincón Rincón, uno de los últimos dirigentes subversivos en libertad, y varios emerretistas más.

 El uso intensivo de los medios masivos de comunicación fue una las características más saltantes de la acción emerretista.

El envío periódico de su boletín informativo, de videos con declaraciones de sus máximos dirigentes o informar a los periodistas acerca de la inminencia de la ejecución de una acción de envergadura para que sea cubierta y la «toma» de agencias de noticias, radioemisoras y medios escritos de prensa fue una práctica común de los subversivos.

Así por ejemplo, un comando encabezado por Néstor Cerpa Cartolini tomó el diario El Nacional el 4 de noviembre de 1985.

En Huancayo, algunos emerretistas se pasaron a las filas del PCP-SL, al que veían como más consecuente y con una línea política más definida. La suspensión de acciones permitió al MRTA reiniciar sus exploraciones con el fin de ubicar una zona rural donde asentar una futura columna guerrillera.

Asimismo, con la finalidad de que sus militantes adquirieran experiencia, enviaron a fines de 1985 a un grupo de militantes a Colombia.

 Este contingente emerretista, junto a los militantes de la organización Alfaro Vive ¡Carajo! del Ecuador y del M 19, formaron el Batallón América en 1986 y participaron en acciones guerrilleras contra las fuerzas del orden colombianas.

Finalmente, en el ámbito nacional, el MRTA, buscó intensificar sus relaciones con los partidos y organizaciones de izquierda bajo la perspectiva de sumar esfuerzos a su proyecto.

Desde agosto de 1985  las acciones militares del MRTA continuaron contra blancos «imperialistas» y las fuerzas del orden que habían «agredido al pueblo».

Así durante noviembre, una serie de acciones de propaganda, conmemorando un aniversario más del levantamiento de Túpac Amaru, se efectuaron en las ciudades de Lima , Huancayo, Chiclayo, Chimbote y Cuzco.

Por último, en diciembre, los emerretistas organizaron «repartos populares» en algunos barrios populares en Lima, distribuyendo productos de primera necesidad robados de camiones repartidores de importantes firmas comerciales.

Entre el 9 y 14 de febrero de 1986, el MRTA realizó su III Comité Central en Lima, con el fin de evaluar el cumplimiento de sus metas y objetivos durante 1985.

 Se reunieron los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, el Comité Central y los responsables de las diversas estructuras políticas y militares emerretistas.

Su balance fue positivo, al considerar que habían «conquistado un espacio político importante en la escena nacional y aún internacional». Sin embargo, hasta ese momento, pese a su visible presencia en los medios masivos de comunicación, el MRTA no había logrado influir de manera significativa ni mucho menos conducir importantes movimientos sindicales, campesinos, barriales, estudiantiles o populares (los que se encontraban hegemonizados por los partidos de la izquierda legal, agrupados en IU).

El 5 de noviembre, los emerretistas atacaron al puesto policial de Playa Rímac en represalia contra los policías que desalojaron en forma violenta a miles de pobladores que ocupaban de manera ilegal los terrenos del ex fundo Garagay.

El 6 de noviembre un comando subversivo atacó con cargas explosivas el Casino de Oficiales de la Guardia Republicana como «escarmiento» contra sus efectivos que habían debelado un motín de internos del PCP-SL en el penal Lurigancho con el saldo de más de 30 personas muertas, hecho ocurrido el 4 de octubre.

El 21 de abril de 1986 en solidaridad con Libia, que había sido bombardeada por Estados Unidos, colocaron un coche bomba en la residencia del embajador norteamericano. Y, en homenaje al inicio de las guerrillas del MIR en 1965, realizaron dos acciones importantes en Lima, la primera llevada a cabo el 9 de junio en la plaza de Villa María del Perpetuo Socorro (ubicada en la margen izquierda del río Rímac), donde los emerretistas convocaron un mitin y repartieron alimentos robados a dos camiones distribuidores.

También incendiaron uno de los ambientes del Casino de Policía en el centro de Lima, realizado por un comando subversivo.

Cuando se retiraban se enfrentaron con los policías, muriendo uno de ellos.  

Con el transcurso del tiempo, el incremento de militantes, la extensión de su presencia en el territorio nacional, las sucesivas caídas de importantes dirigentes subversivos, la falta de dirigentes y mandos medios con experiencia y formación política e ideológica se fue agudizando significativamente su exitencia.

Pocos días después, el 18 y el 19 de junio de 1986 , los militantes del PCP-SL se amotinaron en tres penales: El Frontón, Lurigancho y Santa Mónica aprovechando la cobertura de los medios de comunicación al congreso de la Internacional Socialista que se realizaba en Lima. El gobierno de García encargó el develamiento del motín a las Fuerzas Armadas con un saldo de 244 personas muertas .

 Casi de inmediato, comandos emerretistas tomaron las agencias ANSA, France Press, Reuters y DPA y propalaron un comunicado condenando estos sucesos.

Otro hecho relevante del MRTA se llevó a cabo el  17 de diciembre de 1996 cuando  un grupo armado de 14 miembros del MRTA, al mando de Néstor Cerpa Cartolinitomó la residencia del embajador japonés en Lima y capturó a 800 rehenes pertenecientes a los sectores más encumbrados de la vida política y económica peruana, siendo la última gran acción terrorista en la historia de Perú.  El MRTA exigió, como condición para liberar a los rehenes, que el gobierno peruano, presidido en ese momento por Alberto Fujimori, liberara de las cárceles peruanas a 462 integrantes de este grupo subversivo, exigencia rechazada por el gobierno.

El mismo día de la toma, los insurgentes emerretistas liberaron a todas las mujeres y niños así como a aquellos hombres no considerados "objetivo" por el MRTA que se encontraban retenidos en la embajada, como un gesto humanitario, quedando un total de 72 rehenes en su poder.  A partir de esta incursión y de su exigencia, empezaría la desarticulación total del MRTA. El hecho tuvo como desenlace el asalto de la embajada por fuerzas especiales del Ejército del Perú, en un operativo llamado por el ejército como Operación Chavín de Huanta el  22 de abril de 1997.

Durante el operativo militar, murieron los 14 terroristas, incluyendo a Cerpa Cartolini, un rehén (Dr. Carlos Giusti Acuña, Vocal de la Corte Suprema) y dos comandos (Teniente Coronel Juan Valer Sandoval y Teniente Raúl Jiménez Chávez).

La Operación de Inteligencia Operativa “Fortuna”( 31 de mayo 1991)

Con la llegada al GEIN de Marcos Miyashiro – por invitación de “Acero”- y un grupo de 7 u 8 oficiales y subalternos que trabajaban con él en la División de Investigaciones Especiales de la DIRCOTE se impulsó las investigaciones contra el MRTA.

Hasta ese momento el GEIN no  se dedicaba a combatir con el MRTA sino al  PCP-SL.

Miyashiro se había especializado con su grupo se habían especializado en la lucha contra el   MRTA por eso es que con su llegada al GEIN  se dio inicio a la operación de inteligencia “Fortuna” y durante tres meses de seguimientos y vigilancias de un grupo de MRTA dirigido por Alberto Gálvez Olaechea, que por aquel entonces, estaba a cargo de las escuelas políticos – militares en donde se formaban los “comandos “ del MRTA, una de la cuales funcionaba de manera clandestina en una casa ubicada en Pueblo Libre, culminó esta operación el  31 de mayo 1991 .

Este operativo fue exitoso, lográndose detener a Alberto  Gálvez Olaechea , dirigente del MRTA, así como su conviviente , Rosa Luz  Padilla Baca, otra connotada miembro del MRTA, desarticulándose una  escuela central de formación de combatientes y milicianos del MRTA que funcionaba en un  inmueble ubicado en Pueblo Libre , cuadra 6 de la Avenida Sucre.

Felizmente, cuando se intervino esta casa donde funcionaba la escuela de formación político- militar, los comandos del MRTA ya  habían terminado el curso hacia una semana y los estudiantes regresaron a sus lugares de orígenes , por lo que se evitó un enfrentamiento y matanza porque todos estaban armados y uniformados para repeler cualquier intervención .

En la escuela durante el registro se encontraron   fusiles  AKMFALG3, pistolas, revólveres, 2 toneladas de explosivos consistente en pólvora de aluminio, dispositivos de minas antipersonas marca Clay, 5,000 municiones para armas de fuego de diversos calibres, pertrechos de guerra, uniformes, abundante información escrita y audiovisual de carácter secreto sobre la estructura orgánica del MRTA, propaganda y otros, que eran utilizados por los instructores del MRTA.

Otros detenidos en este operativo fueron : Federico Alfonso Isola Amezquita(Rodrigo), , Rómulo Ulloa Jesús , Julia Betty Segura Cárdenas o Julia Gonzales Alva, Aníbal Augusto Apari Sánchez , Antonio Morales Herrera, Olga Siria Vásquez Varea, Vilma Matallana Oré , José Wilfredo Pacheco Ampuero , Raquel Torres Pacheco y Leoncio Morales Cajas .

Se formuló el Atestado No. 051-DIRCOTE del   15 de junio de 1991.

4 setiembre 2020                                                           Benedicto Jiménez “Acero”

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