Décima Operación de Inteligencia Operativa del GEIN “Huascaura” ( 20 junio 1992)
El nombre de esta operación fue en memoria de los
once policías – la mayoría eran de la PIP- que el 22 de enero fueron asesinados
en una emboscada senderista en la vía que une las localidades de Rancha y
Huascaura en Huamanga – Ayacucho .
El 22 de junio
de 1992, la “Triada” ( Miyashiro, Jiménez y Valencia) toman la decisión de
“matar la gallina de los huevos de oro” y poner punto final a la operación “Huascaura”, que se venía
desarrollando con altibajos desde agosto
de 1990 cuando se ubicó al camarada "Abel" (Luís Alberto Arana
Franco) haciendo contacto con el camarada Ricardo ( Deodato Hugo Juarez Cruzat)
, seudónimo que aparecía en el pedazo
de papel hallado en la biblioteca de Monterrico.
El camarada
Abel era el responsable de logística y e integraba el
Grupo de Trabajo Especial (GET) que tenía su centro de operaciones en
la academia de preparación pre
universitaria "César Vallejo" y filiales, una de las cuales estaba en
el distrito del Agustino.
El año 1992 el responsable del GTE era el camarada Gustavo (
Moisés Limaco Huayascachi) y la célula de dirección estaba conformado por Manuel (Arana Franco), Paul(
Suazo), Javier(Tasayco ), Ernesto( Igor Poma),
Nato ( Fortunato Mendoza), Clara( Mirtha Simón S. ) y Juan( Johnny
León).
La mayoría eran miembros de la Junta Directiva de
ADUNI( inicios de 1992) conformada por Antonio( Igor Poma,
Presidente),Juan( César Vásquez- Vicepresidente), Alicia o Clara ( Mirtha
Simón- Economía), Nato (Fortunato Mendoza- Estudios), Paúl (Suazo-
Estadística), Héctor y Manuel (Héctor Carrión).
Este grupo había creado varias escuelas populares :
1ra. Escuela :
Responsable era "Nato" e integrada por Robocot( Mallma),
Cuchillo( Artemio), Monito( César Vásquez) y
Malea ( María de la Cruz).
2da. Escuela : Responsable era Ernesto e integrada por Igor, Manuel,
Vaporito.
3ra. Escuela : Responsable era Clara e integrada por María(María de la Cruz)
, Bertha(Bertha Palomino), Monito (César
Vasquez), Héctor( Héctor Carrión), César
y Osco.
4ta. Escuela : Joel Arauco, Crespo y Ana
Castro.
Este aparato se hacía responsable de proporcionar apoyo económico a la Dirección Central ( Gonzalo y Miriam) consistente en dinero, útiles de escritorio,
alquiler de inmuebles, etc.
Durante las investigaciones practicadas por el GEIN
quedó demostrado que el GTE estaba estrechamente vinculado a gran parte de los
profesores y empleados que trabajaban en la academia de preparación pre
universitaria, César Vallejo y eran parte de la ADUNI y de la matrícula de los estudiantes que se inscribían
en la academia César Vallejo y sucursales, se separaba un porcentaje de dinero
que se entregaba al responsable del Grupo de Trabajo Especial, al camarada
Gustavo para que le haga llegar a la Dirección Central .
Cuando fue detenido Arana Franco
"Manuel", con él cayeron
varios profesores de la Academia César Vallejo
y de la Junta Directiva de la Asociación ADUNI entre los que estaban los profesores Antonio
Vargas Mas y Luís Manrique Lumba.
Se conocía que entre otros integrantes del GET de la Academia César Vallejo
también estaban los profesores
Javier Tasayco Casas " Alejandro"(secretario), "Iván"
(profesor de matemáticas), Johnny León Villanueva, Fortunato Mendoza Rayme y un
tal "Igor".
Este grupo de activistas fue desarticulado a los
pocos meses de creado debido a que Alejandro se había apropiado de los U$ 5
mil dólares sin comunicar
a la Dirección Central . Esto hizo de que el comité permanezca inactivo durante los meses de noviembre y
diciembre de 1992.
En enero del 93, vuelve a funcionar , pero bajo la
responsabilidad de "Iván" y continuó el comité cumpliendo con
las tareas que le encomendaba la dirección de Sendero Luminoso.
Después de la detención de Arana ( junio de 1992),
"Gustavo" se vio obligado a
bajar y hacerse cargo personalmente del recojo del dinero a partir de enero de
1993, tarea que la ejerció hasta que fue
desplazado al Comité Regional del Sur
para reactivarlo y hacerse cargo de él.
En abril de 1993, la Asociación ADUNI, había
guardado U$ 40 mil dólares de dos meses de pago de matrícula
de los alumnos; dinero que estaba
destinado para la nueva DC senderista
(Feliciano) y que debía llegar a manos de él, a través de Gustavo (Simón Limaco Huayascachi) pero que el GEIN logró dar con este dinero y lo incauta
durante una operación de inteligencia ,
poniéndolo a disposición de la autoridad judicial competente.
La reunión de “Sotil” con el Presidente Gonzalo el 4 de abril de 1992
Estando
detenido “Manuel” o “Abel” , con parte de la célula de dirección del Grupo
Especial de Trabajo, componente del aparato de logística de SL, se le aplica la técnica del interrogatorio de
inteligencia; técnica remozada del interrogatorio tradicional que ya nos
había dado buenos resultados, donde se buscaba
acumular información para proseguir las operaciones y no tanto la
acumulación de pruebas ya que para eso estaba la fase de inteligencia e
investigación. Esta técnica se basa no
tanto en interrogar para probar, sino todo lo contrario, primero se prueba y
luego se interroga, buscando que reunir elementos o datos para montar futuras
operaciones de inteligencia. El interrogatorio tradicional busca reunir pruebas
para poner al detenido ante la autoridad fiscal o judicial correspondiente.
"Manuel"
durante el interrogatorio de inteligencia, brindó valiosas pistas para llegar
al líder senderista.
Estos datos
fueron trabajados con paciencia e inteligencia. Después de un minucioso trabajo
de inteligencia que empezó en julio de 1992 - fecha en que se llega a la casa
de Los Sauces donde vivía el "Ingeniero Carlos" y su mujer, ambos
vistos en una casa de Miraflores- se montó la ovise (observación, vigilancia y
seguimiento).
Al camarada
Manuel le había llegado su hora , por lo
tanto , había que culminar la Operación “Huascaura” después de casi dos años de investigación.
Luís Alberto
Arana Franco, camarada Manuel o Abel, más conocido como “Sotil” por los agentes del GEIN por su gran parecido con un futbolista peruano que llevaba dicho apellido
, cuando fue detenido intentó negar todo
vínculo con Sendero, pero dos años de ovise, materializados en varios
videocintas , audio cintas y fotografías que documentaban cada uno de sus
contactos con prominentes miembros de SL que iban a pedirle dinero para sus
respectivas organizaciones, así como el hallazgo de varias fotos ocultas en el
dormitorio de su apartamento en Pueblo Libre , presente en el funeral secreto
de la camarada Norah , junto con otros
dirigentes del partido, entre los que estaban Germán, Elizabeth, Jhenny,
Aurora, Javier, Rolando, Rosa, Rebeca,
resquebrajaron sus coartadas.
El camarada
Manuel , mensualmente separaba de las matrículas de los estudiantes
un aproximado de 15 mil a 20 mil dólares americanos que los destinaba para los
"pequeños gastos del hogar" del líder
senderista y su entorno más íntimo.
Este sujeto
era un hombre sentimental y muy reflexivo. Como empresario acomodado,
relativamente libre de la rígida disciplina senderista, carecía de la dureza
que sobraba en los otros dirigentes.
La certeza de
una pena de cadena perpetua y la separación , quizás para siempre, de su esposa
Teresa Manay Montes - hermana de un antiguo militante de Socorro Popular que
fue detenido en mayo de 1995 en compañía de la Sibila Arredondo Vda. de
Arguedas-, y de hijo su recién nacido , a quien adoraba, le resultaba
insoportable.
En este
momento de quiebre psicológico, los interrogadores, le ofrecieron darle
libertad a su mujer para que pudiera cuidar a su hijo y devolverle el
dinero confiscado de la academia.
Aceptó y como
agradecimiento empezó a a cooperar,
confirmando datos que nosotros ya sabíamos ,
principalmente sobre el GET (Grupo Especial de Trabajo)o que actuaba en
la academia de preparación pre-universitaria
César Vallejo.
Foto : Velorio de Norah.- Guzmán saluda al camarada Manuel. A su costado izquierdo está el camarada David, a la derecha, la camarada Elizabet ; observa, el camarada Marcos.
Estando
detenido Manuel , en una de las tantas
entrevistas que quedaron registradas en videos, hizo una revelación que dejó electrizado a los jefes del GEIN: “ El
Presidente Gonzalo estaban en Lima y la última vez que lo vio fue el 4 de abril
último, en una reunión secreta donde fue llevado por Arturo “.
Recordaba el
día y mes porque estaba asociado a una fecha importante en su vida.
El relato
que hizo fue de la siguiente manera
:“... luego de la caída del Departamento Central, fines de enero de 1991, Lucía
me llamó por teléfono a la oficina de
Lince y me dice que
por el momento era imposible establecer contacto conmigo ya que la
empresa estaba pasando por una grave crisis y debía tener paciencia ; que ella
se iba a comunicar por el mismo medio o o se le iba a presentar alguien de la
empresa para conversar con él”.
Se confirmó
que todo era verdad porque la llamada telefónica estaba grabada.
La línea
telefónica de la oficina de Sotil, ubicada en Lince estaba “pinchada” desde agosto de 1990,
después que el camarada Ricardo o
Germán ingresó a la oficina para contactar con el camarada Manuel quien le
entregó una considerable suma de dinero para el departamento de propaganda .
Luego de esta
entrevista, Germán quedó con una larga
cola y nos desprendimos de Manuel.
El 19 de
setiembre de 1990, es detenido Ricardo quien resultó ser Hugo Deodato Juárez
Cruzat, conjuntamente con el noventa por ciento de los miembros del Departamento de Propaganda ; aparato central
que él dirigía .
La camarada
Lucía (Angélica Salas La Cruz) estaba llamando por teléfono a Manuel o Abel para que le entregue la suma de 20 mil
dólares, dinero que destinaba mensualmente el GET para los gastos de la
Dirección Central .
Antes de
entregar el dinero, Manuel lo cambiaba de soles a dólares y se lo daba a la camarada Lucía y
ésta a su vez, a la camarada Miriam
quien lo utilizaba en el alquiler de
casas, compra de vehículos, víveres y otros gastos del líder .
Después de
esta llamada telefónica, Manuel siguió desarrollando su rutina diaria en la Academia
como encargado del Departamento de
Contabilidad y de la administración de una oficina de informática ubicada en la
cuadra tres de la avenida Emancipación , en pleno centro de Lima .
Cuando aún no
finalizaba el año 1991 y salía presuroso de la oficina de Emancipación con
dirección a academia, estando a una cuadra, es abordado por un sujeto
desconocido que se identifica como Enrique , el mismo que le dice que el
partido lo había enviado para contactarlo y que, durante un tiempo, hasta la llegada del nuevo
coordinador designado por el partido, iba a ser su enlace.
Manuel asocia
mentalmente la aparición de Enrique con lo que le había dicho Lucía, dos meses
atrás, pero por la forma de presentarse, dedujo que éste no era el nuevo enlace
a quien debía entregarle el dinero que se había acumulado durante los dos meses
.
El nuevo
coordinador iba a ser el camarada Arturo y mientras esperaban su llegada, el
coordinador provisional sería Enrique, sujeto delgado, trigueño, frisando los
veinticinco años, con bigotes ralos y vestimenta sencilla.
En la primera
semana de febrero de 1992, Enrique llama por teléfono con Manuel y le da un punto de
contacto para encontrarse ambos entre las avenidas Colonial y Universitaria.
Manuel tenía la costumbre de llegar siempre diez minutos al lugar de contacto ,
por medida de seguridad . Al llegar al punto, se da cuenta que Enrique estaba
esperándole en la esquina acordada, se
miran y, sin acercarse, ambos caminan separados y
después de una cuadra , ingresan a un restaurant y buscan una mesa para
sentarse. No pasa ni cinco minutos, cuando Enrique se levanta , sale del lugar
y retorna a los diez minutos , cogiendo del brazo derecho a Manuel lo conduce hacia una mesa que estaba ubicada
en el segundo ambiente del restaurant donde los esperaba un sujeto desconocido
quien se levanta de su silla al verlos acercarse , saluda a Enrique , luego a
Manuel y los invita a sentarse.
Cuando
Enrique se dirige al desconocido de unos
45 años de edad, bigotes espesos, cabellos lacios, delgado , vestido con
una casaca y pantalón color azul, lo hace con cierto respeto .
- “Mi nombre
es Arturo. Soy el enviado de la dirección del partido y a partir de este momento,
seré tu responsable “- le dice el desconocido a Manuel, extendiéndole la mano
derecha.
Manuel mira
de soslayo a Enrique, quien aprueba con un movimiento de cabeza. A partir de
ese día , Enrique desaparece y Manuel
empieza a tener contacto con Arturo, el nuevo enlace con la Dirección
Central y el Grupo Especial de Trabajo.
La
conversación entre los tres se prolongó por quince minutos .
Arturo le
explica a Manuel la forma cómo se iba a realizar los contactos a partir de ese
momento.
Luego,
del interior de su casaca, extrae un documento , se lo entrega a
Manuel y le da la consigna de estudiarlo
con su aparato porque en el próximo
contacto le iba a preguntar si había
entendido algo de su contenido..
Antes de despedirse,
le entrega a Manuel en una hoja con varios puntos de contactos y le dice que en
la próxima cita debe llevar consigo la suma de 20 mil dólares ; dinero que la dirección del Partido
requiere con suma urgencia.
Esta petición
y de la forma cómo se lo había hecho el desconocido , incomodó a Manuel. No era
habitual y seguro, entregarle dinero a
un sujeto que aparecía como el nuevo coordinador , sin que la Dirección Central
se lo confirme.
- “ La
próxima vez le pediría un aval o algo que me dé plena confianza para entregarle
el dinero”- pensó Manuel , mientras caminaba con dirección a su vehículo
estacionado a dos cuadras del lugar de la reunión.
Hubo una segunda vez y en esa oportunidad, Manuel sacó dentro de un
bolsa plástica un paquete que contenía
45 mil dólares y se lo entregó a Arturo, quien lo guarda discretamente
en el interior de su casaca.
A cambio del
dinero, Manuel recibe un sobre manila conteniendo el documento “Comentarios
Acerca del Golpe de Estado”, recomendándole para que lo estudie con su
aparato y en la próxima reunión le iba a preguntar sobre lo que había
entendido.
- “ Antes de
devolvérmelo, sácale diez copias para la retrasmisión”- agregó.
En momentos
que se despedían , Arturo le recuerda a Manuel que las copias fotostáticas del
documento que le había dado , debía entregárselas en el próximo encuentro ,
volviéndole a recomendar que debía estar atento en cuanto a su llamada para el
encuentro con el “Presidente” .
Arturo le
vuelve a dar otro punto de contacto para reunirse al día siguiente.
En la tercera
vez que se encuentran ( mediados de marzo de 1992), Arturo le dice a Manuel que lo veía
desconfiado y que por tal motivo había consultado a la dirección para ver si
era factible un encuentro con el Presidente
Gonzalo. Y que la reunión iba a realizarse un día y hora que le iba
avisar con anticipación.
Se despide,
recomendándole que esté atento a su llamada telefónica , dentro de diez días.
El 4 de abril
de 1992, a las 9:45 am, Manuel , quien se encontraba en la oficina de la
avenida Emancipación , recibe la llamada telefónica que le había dicho Arturo.
La voz al
otro lado de la línea, en tono lacónico, cortante , le dice: “ Te espero en la
Iglesia”. La “Iglesia” era la clave que
utilizaban cada vez que querían reunirse en el punto de contacto ubicado en la
primera cuadra de la Avenida Brasil, cerca a la plaza Bolognesi( Breña).
Manuel demoró quince minutos hasta el punto donde
Arturo lo estaba esperaba . Se miran de lejos y ambos empiezan a caminar .
Antes que
termine la tercera cuadra de la avenida Brasil, hacen contacto y conversan
sobre cosas triviales. Cuando se despiden, Arturo le da el nuevo punto de
contacto en el Centro Comercial Risso, 6:30 pm.
Manuel
regresa a su oficina , después se va a su casa en su automóvil toyota ,
color celeste . Ese día , como nunca ,
empieza a dar vueltas y vueltas , extremando las medidas de seguridad.,
mientras mira para todos lados.
Media hora
antes del encuentro, sale de su casa y se dirige hacia el Centro Comercial
Risso , estaciona su automóvil en la playa de estacionamiento y
empieza a caminar, sin abandonar el lugar, haciendo tiempo ; de pronto,
Arturo se le acerca y sin saludarlo, hace una señal con la revista que portaba
en la mano derecha para que lo siga. Caminan casi juntos por un lapso de quince
minutos. Ninguno hablaba, luego se
juntan en una esquina de la avenida Arequipa donde abordan un colectivo
con dirección a Barranco.
Se bajan en
el paradero de los colectivos y caminan diez minutos. Arturo iba adelante y
Manuel , detrás . Luego, Arturo ingresa a un chifa ; él lo sigue. Se sientan en
la misma mesa y piden una cerveza para hacer tiempo. Manuel observa su reloj .
Las
manecillas marcaban las 7:30 pm cuando aparece en la puerta del Chifa un sujeto que
se para en el umbral , da la espalda y empieza a mirar nervioso la calle .
Su mirada se
trasladaba de una esquina a otra. Usaba una pequeña gorra, color verde tipo
" Jorge Chávez" y una bien acicalada chivita. Luego de mirar varias
veces a la calle, voltea la mirada dentro del local y con su dedo índice
derecho , empieza hacerle señales a "Arturo", quien se dio cuenta de
este detalle y asiente con la mirada.
No pasó ni
diez minutos , cuando el sujeto de chivita, desaparece caminando por el lado derecho de la puerta de
entrada. A los cinco minutos, nuevamente vuelve aparecer su magra figura. Era
evidente que este sujeto vestido con un saco de corduroy , verde petróleo y
pantalón oscuro, que mordía nerviosamente el cigarrillo que estaba en sus
labios, sin fumarlo, realizaba un contra chequeo, mientras se comunicaba con
Arturo a través de señales convenidas: gestos y movimientos de los dedos de las
manos. Luego , vuelve a desaparecer .
A los veinte
minutos, salieron del local y abordaron un taxi, bajándose en Miraflores, en la esquina de las pizzas.
Ingresan a un restaurante y pidieron dos
gaseosas, haciendo tiempo . Por las inmediaciones, aparece nuevamente el
sujeto de Chivita quien intentaba prender su cigarrillo .A una señal de Arturo
, se acerca y conversan en la entrada del restaurant, luego el desconocido se
separa , mientras que Arturo y Manuel
suben a un taxi .
Eran las ocho
y veinte de la noche cuando ambos se bajan del taxi a la altura de la entrada del Teatro Marzano. Mientras
caminaban , Manuel observa que el sujeto
de gorrita estaba por las inmediaciones del teatro, simulando nuevamente
prender un cigarrillo que lo tenía colgado de los labios. Era la señal convenida. Arturo lo coge del brazo e ingresan a la
Playa de Estacionamiento , ubicada al costado del teatro.
En la caseta
de entrada dormitaba una joven mujer que al sentir sus pasos y verlos ingresar
sin vehículo, pregunta hacia dónde iban.
Arturo
responde, señalando con un dedo el auto granate que se encontraba estacionado
en el interior de la playa : " Un
familiar me está esperando en ese carro".
Donde había
señalado con el dedo, estaba una bella e impaciente mujer , quien había
recostado su esbelto cuerpo en la parte trasera del vehículo: desconocida mujer para Manuel que vestía un ceñido pantalón de lycra y
evidenciaba no tener más de 25 años Luego, suben al vehículo y lo echan en la
parte de atrás, le cubren el rostro y lo llevan al encuentro con el Presidente
Gonzalo en una casa desconocida para él .
A esta mujer
la vuelve a ver nuevamente cuando buscaba una casa para alquilar en la Calle
Uno – Urbanización Los Sauces II- Surquillo.
Estaba en el
segundo piso observando los cuartos cuando llega la misma “Pituca” con la dueña
de la casa, seguramente , había leído la misma noticia que se alquilaba dicha
casa .
Al verla
desde el ventanal del segundo piso, Manuel se
puso nervioso y le asaltó un cierto temor. Coincidencias del destino,
verla nuevamente en ese lugar y en ese momento. Aprovechó un descuido en el
momento que ambas mujeres ingresaban al
jardín para escabullirse y retirarse sigilosamente del lugar.
No quería que
la bella mujer lo vea. Esa noche no pudo conciliar el sueño.
Al levantarse
al día siguiente, seguía con una idea fija que lo martirizaba: tal vez la mujer
había alquilado la casa de Los Sauces.
Para salir de
dudas, coge el teléfono y llama a la inmobiliaria, preguntado si todavía estaba
en alquiler la casa de la Calle Uno en Surquillo. Como respuesta recibe lo
siguiente : “Lo siento, está alquilada desde ayer”.
En base a
esta información dada por Manuel sobre
el encuentro casual con la “Pituca”, Acero dispuso que esa noche salgan a la calle con el detenido en
un automóvil, los tenientes Gil y Bonilla , para que realicen el renacimiento
de la casa , luego vuelven a la base .
Este dato
quedó registrado para trabajarlo más adelante.
El 31 de
julio de 1992 , Protón y Actinio, dos agentes del Departamento de Investigación
Básica del GEIN salieron con la misma tarea de hacer reconocimiento de la casa
de Los Sauces y observar quiénes salían
de la casa, recogiendo información de los vecinos .
Cuando
estaban cerca de la casa, ven salir del interior a un sujeto delgado, de 30 a
32 años.
En el informe
de reconocimiento de inmueble lo describen como:" blanco, pálido, de
cabellos lacios negros, entrecano, con bigotes y barba en el mentón, tipo
chivita; vestía un saco marrón , a cuadros, con pantalón negro, zapatillas
verdes y portaba un bolsón de tela, color verde, tipo mochila, que colgaba del
hombro derecho.
Este sujeto ,
en momentos que salía de la casa, se
despide con un beso de la joven mujer que había salido a despedirlo. El
movimiento fue tan rápido que no pudieron precisar las características físicas
de la mujer.
Luego el
sujeto se dirige a la avenida Aviación y cuando llega a un paradero , aborda un
colectivo hacia Lima, bajándose entre la intersección de las avenidas Javier
Prado y San Luís, compra un periódico y espera.
Después de
tres a cinco minutos, aborda un microbús que lo lleva a la cuadra 8 de la
Avenida Los Cóndores e ingresa a la Residencial Los Remansos II .
Camina por
una zona descampada, cruza una pampa y se para intempestivamente, comienza a
observar a través de un ventanal de unas de las tiendas del lugar, luego
ingresa a la tienda. Permanece en el interior sin comprar nada.
Actinio se
dio cuenta que cuando se para frente al ventanal , comienza a mirar la calle. Sale
y regresa por el mismo sitio, cruza la pampa y a dos cuadras, ingresa a un
inmueble de la calle Las Orquídeas 222. Los agentes observaron que el sujeto de
la "Chivita", antes de ingresar a la casa, en cuyo frontis se
encontraba estacionado la camioneta de placa AB-7753, mira a ambos lados de la
calle para ver si era seguido.
Al final del informe,
recomiendan que se monte una vigilancia fija en la casa de Los Sauces y que a
al sujeto de Chivita se le haga seguimiento para conocer más detalles de sus actividades;
también, se coordine con la empresa de guachimanes que controlan el ingreso a
la residencial para instalar agentes nuestros, uniformados, junto con los
verdaderos.
El plan era
ubicar el vehículo de placa KQ-4805, Hyundai, Color granate, que trasladó a
Manuel para el encuentro con el líder senderista.
Al dìa
siguiente, los mismos agentes , cuando revisan el cuaderno de ingreso de
vehículos en la entrada de la Residencial el Remanso II- La Molina, que tenían
los guachimanes , constatan que el auto de placa KQ-4805, había ingresado como
visitante a la Urbanización hasta en dos oportunidades, durante los meses de
enero y febrero de 1992. Estaba anotado : “ Familia Cornejo” Este era el mismo
auto que había utilizado la “pituca” el 4 de abril de 1992.
En los días
siguientes , Protón y Actinio anotaron
las actividades del sujeto de “Chivita”: antes de llegar a La Molina, caminaba
hasta la avenida Aviación y cada cierto trecho , se paraba y observaba nervioso
a su alrededor para ver si alguien lo seguía; luego , se sentaba en una banca ,
hacía tiempo, se paraba y continuaba su camino.
En los
primeros días del mes de julio de 1992 se instala el servicio de vigilancia y
seguimiento en los alrededores de la casa de los Sauces.
Para la vigilancia
móvil, se les dio la responsabilidad a tres equipos de agentes .
Esta vez conseguimos
un puesto fijo para observar los movimientos de los vivían en la casa y los agentes tenían como tarea principal, vigilar y
seguir al sujeto de Chivita y a la mujer
que salía de la casa , con la
recomendación de que no debían presionar demasiado a los objetivos hasta
conocer bien su rutina y modus vivendi de la casa.
Antes de
conseguir le puesto fijo , pasamos casi
dos semanas buscando
infructuosamente una casa para alquilarla.
La mayoría
eran propietarios de los inmuebles y no
habían cuartos para alquilar .
Preguntando entre los residentes de la Calle
Uno si vivía algún policía , nos enteramos que en una de las casas de tres
piso , ubicado en la esquina , vivía un
coronel de la Policía de Investigaciones.
En la noche,
Acero esperó la llegada del coronel a su casa y antes de ingresar, lo aborda y
le dice que estaban vigilando en la
cuadra la llegada de un posible
terrorista que visitaba a su tía , pero
que no estaba seguro en qué momento y qué hora. Le pidió que alquile el cuarto que tenía vacío
en el tercer piso de su casa.
Aceptó dar la
habitación gratis y el 25 de julio se
instala el servicio de vigilancia fija mientras que apoyo técnico se
encargó de colocar una ventana de
madera, una cama e instaló los equipos de observación( cámara filmadora y
fotográfica).
El coronel
mostró un gran desprendimiento y acendrado cariño al país , así como a la
institución policial. Estoy seguro que
sin su valiosa ayuda, quizás no hubiéramos alcanzado el éxito y nuevamente nos
hubiera quedado el sabor amargo del aparente fracaso, como a fines de 1990
cuando no se consiguió un lugar para instalar una vigilancia fija porque
dominando la altura, la vigilancia se
hacía más fácil y con menos riesgo.
Instalado el
equipo de vigilancia fija, dos equipos
de dos agentes cada uno, en tres turnos(
mañana, tarde y noche), observaron el
primer día que en la casa
vigilada salían y entraban una mujer de 24 años, estatura mediana, tez
blanca, pelo castaño, semi ondulado y un
hombre de unos 30 años, delgado , trigueño, con una “Chivita”, a lo Adolfo
Bécquer.
Se desconocía
qué vinculación tenían los habitantes de la casa vigilada con Sendero
Luminoso.
Aparentaban
ser una joven pareja de esposos y cada mañana, la mujer salía a la puerta ,
empezaba a barrer y observar a todos lados, así como despedía con un beso
amoroso en la mejilla al sujeto ; éste, respondía igual .
El hombre,
para aparentar que se ocupaba en una actividad lícita, se ausentaba todas las
mañanas y retornaba cerca de las tres de la tarde.
Era su rutina
diaria caminar por los alrededores de la casa portando un pequeño maletín de mano, de cuero, y en la
otra mano, un pliego de cartulina
enrollado .
Foto .-
Carlos Inchaustegui caminando por los alrededores de la Casa de Los Sauces.
Vestía
usualmente con un tradicional saco
sport, de lanilla, color beig y pantalón azul.
Las horas que
permanecía fuera de la casa se dedicaba a "patear latas" , dando
vuelta, subiendo y bajándose en los ómnibuses, microbuses, taxis, etc.
Caminaba sin
rumbo y de vez en cuando se paraba a conversar con algún vendedor o se dirigía
hacia una casa en La Molina, pero antes daba varias vueltas y miraba por todos
lados, anotando todo en una pequeña libreta de notas.
Playa de estacionamiento:
punto de partida
Había que
reconstruir la versión del camarada Manuel sobre el encuentro que tuvo con el
líder terrorista el 4 de abril del 92. Acero encargó esta tarea a los tenientes Gil y
Bonilla. Ubicaron la playa de
estacionamiento SESDIS , ubicada al
costado del Teatro Marzano, General
Suarez 451-Miraflores .
Fue el punto
de partida para la investigación y
obtención de datos del automóvil que trasladó a Manuel hacia la casa
donde estaba Guzmán. En este lugar se
enteran que SESDIS es una asociación conformada por profesores del mismo nombre
y la mujer que los atiende no recordaba
los rostros ni los vehículos que
ingresaron la noche del 4 de abril .
Les mostró
los libros de control de los vehículos ,
pero no había datos del automóvil
,Hyundai , color granate.
- “ Esta será
una difícil tarea, por no decir, imposible “- comentó la mujer.
La dificultad
para ubicar el vehículo sospechoso estaba en que en dicho lugar no solo guardan sus carros
aquellas personas que están registradas , también lo hacen cualquiera que
por necesidad quiere que lo guarden por un momento y ese pudo haber sido el
caso.
- ¿Dónde
están las copias de los recibos que entregan a los dueños de los vehículos por
el pago que realizan cuando hacen uso de la playa?- pregunto Guillermo Bonilla .
- “El
talonario de facturas se remite a la oficina del profesor que está en Lince”-
respondió la mujer , bastante nerviosa.
Al día
siguiente, Bonilla y Gil ubican la oficina de SESDIS en donde fueron atendidos
por un gentil profesor retirado. Cuando el profesor los identifica como de la
Dincote, les dice : “ Señores , el archivo es suyo, esta frente a ustedes y les
pido disculpa por el desorden, pero no hemos tenido tiempo de ordenarlo”-
apuntó con un dedo hacia una esquina de la pequeña oficina que ocupaba.
Encima de un
desvencijado escritorio, estaban diez bolsas plásticas que contenían un sinfín
de recibos amarrados en paquetes. Iba a ser una tarea gigantesca: abrir cada
paquete y buscar el talonario del 4 de abril de 1992.
Después de
dos días de trabajo, mañana y tarde, “Magnesio” ( Bonilla) , ubicó el talonario
, dibujando su rostro una sonrisa de satisfacción. Aparecía registrado un
promedio de ochenta vehículos que habían ingresado y salido de la playa de
estacionamiento el 4 de abril. En uno de los talonarios estaba anotado la placa
del automóvil ( KQ-4805) y el modelo, pero no el color, la hora de ingreso ( 7:45 pm) y de salida( 8:22
pm.) .
La hora de salida coincidía con la
reconstrucción del itinerario que se hizo con Manuel. El siguiente paso era
ubicar el automóvil Hyundai de placa KQ-4805.
Se recurrió a
la División de Robos de Vehículos
(Dirove) y la oficina de fichas y registros del Ministerio de Transportes
y Comunicaciones. Dirove no lo tenía
registrado.
La oficina de
fichas y registros respondió los nombres
de propietarios y otros datos de 30 vehículos que se envió para despistarlos .
Entre los
vehículos que figuraban en la larga lista aparecía uno de placa KQ-4805 con las
siguientes datos :
Teníamos las
características y placa del automóvil, el siguiente paso era ubicarlo. No era
una tarea fácil. La capital es inmensa y con una población que bordeaba los
ocho millones de habitantes. ¿ Por dónde empezar?
La Oficina de
Registro Electoral . El Departamento de Investigación Básica del Gein
, se encargó de esta tarea y envió un oficio solicitando las generales de ley
de Carlos Inchaustegui Degola.
Al día
siguiente . la oficina del RED , respondió por escrito:
Eran datos de
1984 , año en que se hizo el último canje de libretas electorales..
Al día
siguiente, una anciana, vecina de la casa ubicada en el Jirón Manuel Pardo
456-Cercado de Lima, sin sospechar que la persona que le hacía preguntas sobre
los que habían vivido en dicho inmueble, le dijo que hacía seis años que se
habían mudado los padres de Carlos Inchaustegui del barrio , pero que sabía por
terceras personas que Imelda, una de las hermanas de Carlos se había casado y
vivía en la Urbanización PRO del distrito de Los Olivos .
No pudo
precisar la dirección exacta. Hasta ahí se perdía la pista de Carlos
Inchaustegui en Lima; entonces se viajó a Chiclayo para conseguir mayores datos.
Una pareja de agentes viajó y coordinó con la
policía antiterrorista de dicho lugar, ubicando la casa de la familia
Inchaustegui en donde un familiar les dice a los investigadores que nos sabían
nada de Carlos , incluso lo daba por desaparecido.
La
posibilidad de encontrar a Carlos Inchaustegui se hacía cada vez más remota..
En plena
operación - mediados de marzo de 1992- Manuel fue seguido por los agentes del
GEIN a una casa ubicada en la Calle
General Silva Nº 461-San Antonio-Miraflores.
Estaciona su
vehículo y de la maletera baja varias latas de pintura y material de limpieza
para los baños.
La casa era
de dos piso, ubicada en una esquina y
la había alquilado para ser utilizada
como filial de la academia César Vallejos donde funcionaría un centro de cómputo. Antes de habitarla la
estaba pintando .
Estando
detenido el camarada Manuel en la DINCOTE, es trasladado por Acero
a la casa de San Antonio para
realizar el registro con la presencia del Fiscal, la misma que estaba vacía ,
pero en sala aún había material de
limpieza y de las cinco latas de pinturas que no habían sido utilizadas .
Cuando
caminaban por los ambientes interiores ,
Manuel comenta : "Arturo me dijo
que alquilara esta casa, antes , desconocía quién la había habitado”.
Arturo
también le dijo que debían utilizar una cubierta para que funcione la casa y la
instalación de un local para enseñar computación era buena idea.
Días después,
Manuel recoge a Arturo por inmediaciones del Centro Comercial Risso- Lince y se
dirigen a la inmobiliaria para realizar el contrato de alquiler de la casa de
Miraflores.
En la entrada
del edificio, donde estaba la oficina de la inmobiliaria, esperaba
impaciente el sujeto que iba a oficiar de garante de la casa de San Antonio.
Apenas cruzan
miradas, Manuel lo reconoce. Era el
mismo sujeto que el 4 de abril de 1992 hizo el contrachequeo, el de Chivita.
Manuel se presentó con un profesor de la
academia César Vallejos que iba a firmar
el contrato de alquiler.
Una vez que
se ponen de acuerdo, proceden a realizar el contrato de alquiler. Cuando
terminan, el sujeto de Chivita se retira por su cuenta. Una pareja de agentes
del Gein se le prende, pero se pierde por la Urbanización San Antonio en
Miraflores.
Manuel y el profesor se retiran juntos y cuando bajaban por el ascensor, el profesor hace el siguiente comentario : " Me parece que el sujeto que hizo de garante se conoce con la dueña de la casa, ya que ella lo llamaba afectuosamente, Carlos".
Cuando
caminaban en los interiores de la casa de San Antonio, Acero y Manuel, éste no
desprendía sus miradas de un cuarto
pequeño, ubicado en el garaje de la casa.
Habían
detalles que le llamaron la atención: la
cochera y algunos ambientes interiores eran similares a los ambientes que había
descrito Manuel de ese famoso encuentro
del 4 de abril . Mientras más tiempo
permanecían en la casa, el ambiente se
inundaba de algo extraño, invisible, cargado de maléfico.
Era la
intuición, el sexto sentido del pesquisa .
Les envolvía
la presencia invisible del líder
senderista.
Acero reconstruyó
mentalmente la reunión del 4 de abril llevado a cabo entre Gonzalo, Arturo y
Manuel . Se le apareció la imagen de la
“Pituca” entrando con una bandeja con copas llenas de vino tinto por el
pasadizo que desembocaba en el garaje.
- Manuel - le inquirió. Sácame de una duda: ¿ Esta es la casa, no?
El
interpelado le mira y asiente con la mirada .
En la expresión de sus ojos encontró la respuesta. Estaban
caminando en el primer piso de la casa donde se había reunido el 4 de abril de
1992 con el presidente Gonzalo. No cabían dudas.
Cuando ubican
y entrevistan a la mujer, ésta les dijo que hacía una semana recién se había
enterado por la prensa que su casa había sido intervenida por la DINCOTE , por
eso buscó un cerrajero que cambie las cerraduras de la puerta de ingreso , dejando
un familiar para que la cuide hasta ubicar a la persona que la alquiló .
La
propietaria les dice también un detalle importante y bastante esclarecedor: “Los anteriores inquilinos
hasta el mes de abril 1992 habían sido una pareja de esposos. A él lo conoce
porque es amigo de su hijo , el ingeniero Carlos Inchaustegui Degola “.
Describió a
la mujer que acompañaba al ingeniero Carlos como alta, delgada, blanca y de cabellos lacios,
pero no sabía su nombre .
Cuando los
agentes del GEIN escucharon de los labios de la propietaria de la casa de San
Antonio el nombre de Carlos Inchaustegui, sintieron que una deliciosa emoción
los embargaba de los pies a la cabeza. Era demasiada coincidencia. Antes de
despedirse, la señora les preguntó si había algún problema para alquilar
nuevamente el inmueble. Respondieron que
no.
Después que
Carlos Inchaustegui y su esposa abandonan la casa de San Antonio – por razones
de enfermedad, según le había dicho Carlos a la propietaria- por recomendación
del mismo ingeniero Carlos Inchaustegui , ella la alquila a Luís Antonio Minaya
Gonzales, profesor de la academia César Vallejos . Carlos le dice a la
propietaria que el profesor y su socio,
Luís Alberto Arana Franco, iban a poner una academia de computación .
En la
investigación se determinó que, cuando la propietaria se enteró que su casa
había sido intervenida por la DINCOTE, intentó por todos los medios de ubicar
al profesor Minaya para pedirle explicaciones. Al no poder hallarlo, llamó al número
telefónico que figuraba en una tarjeta
de presentación que le había dado el
ingeniero Carlos Inchaustegui Degola .
Desde
Chiclayo le respondieron que Carlos
Inchaustegui no vivía en dicha localidad desde hacía varios años pero pasó
una semana y recibe la llamada telefónica del ingeniero Carlos quien
le dice que se había enterado que ella trataba de ubicarlo , disculpándose por
el problema en que se había metido su amigo Minaya.
Antes de
despedirse, le dice a la señora que por iniciativa propia iba a buscar al señor
Minaya y decirle que se presente ante ella para devolverle las llaves y
entregarle la casa pero que necesitaba una semana debido a que se encontraba en
el Cusco .
Al día
siguiente de esta conversación, el profesor Minaya se presenta a la casa de San
Antonio, pide disculpa por lo que le había sucedido a su socio Arana Franco y
le entrega a la dueña copias de las llaves de la casa , expresándole que las
originales se les habían extraviado. Se retiró y nunca más volvió a saber de él
.
En la copia
del contrato de alquiler que tenía en su poder la propietaria de la casa de San
Antonio figuraba que el ingeniero Carlos Inchaustegui, en compañía de su
esposa, había vivido desde el 1 de febrero de 1991 hasta fines de abril del
mismo año.
El vigilante
de la cuadra confirma esta versión y agregó algo nuevo: “ La esposa del ingeniero Carlos manejaba un automóvil, nuevo, color
granate y siempre lo guardaba en la cochera de la casa y que en varias
oportunidades llegaban a la casa, personas desconocidas manejando lujosos
automóviles y que cuando se mudaron, las cosas las trasladaron en una camioneta
Dodge, realizando hasta cinco viajes que duró dos días”.
Por versión
de Elena Iparraguirre, estando detenida en la DINCOTE, se pudo conocer que
después del allanamiento policial a la
casa de Buenavista , 31 de enero 1991, Guzmán y ella, se trasladan a vivir a la
casa del Jirón General Silva Nro. 451- San Antonio-Miraflores, desde el 1 de
febrero de 1991 hasta mayo de 1992;
luego pasaron a vivir al inmueble de la Calle Uno de la Urbanización Los
Sauces donde fueron detenidos el 12 de setiembre de 1992.
Con esta
operación de inteligencia nuevamente se le arañaba la espalda al líder de
Sendero Luminoso, Abimael Guzmán y su caída estaba a la vuelta de la esquina.
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