Mañana , 9 de noviembre, cumple años una de mis hijas y quiero salir de
lo tradicional, de lo común, de lo simple, del corto y frío saludo por celular
o del impersonal y distante , saludo por
e-mail o WhatsApp.
Pido a Dios que me dé la inspiración y me
tomaré el tiempo necesario para saludarla a través de este medio , recordando
aquellos momentos inolvidables que los pasé con mi hija, Melanea, quien hoy está casada, tiene un
precioso hijo y reside en los EEUU.
Intentaré
rescatar del pasado y del presente lo que realmente significa para mí ,
como padre, de lo que ha logrado en la vida y de lo que le falta aún por lograr
como mujer , enfermera en un país que no es el suyo y como madre.
No es fácil hablar de los hijos. Si
resaltamos las virtudes de uno de ellos, podemos ser injustos con los otros y
herir sentimientos y susceptibilidades..
Para los padres , todos son iguales, todos
son brillantes, todos son de primera, pero siempre guardamos algunos recuerdos,
detalles, gestos, actitudes, cariños de cada uno de ellos, que los hace
singulares, especiales para nosotros.
De Melany Sthepany, la segunda de mis
hijas, recuerdo de niña su blonda cabellera ondulada que era la admiración de
los transeúntes cada vez que salía a pasear con ella, encima de mis hombros ,
por las soleadas calles de la Ciudad Heroica, Tacna, lugar donde se vive y
respira la peruanidad y en donde estuve
trabajando como Teniente de la siempre eterna y gloriosa, Policía de
Investigaciones del Perú (PIP) por los años 1979-1980.
Era los momentos más felices de mi vida.
Melany tenía como cuatro años y la subía a mis hombros para que todos la vean ,
orgulloso, mientras ella lanzaba besos y
regalaba sonrisas a los sorprendidos transeúntes que le retribuían con una sonrisa
su osadía de niña.
¡ Qué hermosa , rubia! – decían los tacneños , cuando la veían pasar con su sonrisa
cautivadora , con esa dulzura embriagante, saludando como una pequeña princesa.
Estando adolescente y bella como Jenifer
López, a veces de broma , cuando la veía con el ceño fruncido, le decía que de
aquella “niña dulce” solo quedan recuerdos.
Pero que estaba bien, porque en la vida no
debemos ser un caramelo dedicado a endulzarle la vida a todo el mundo.
La vida es dura , complicada, y existe
celos, envidias, malignidad .Por lo que debemos estar prevenidos.
Nunca me sentí más orgulloso y feliz cuando
caminaba por las calles de la Ciudad Heroica(Tacna), entre los aromas mañaneros
de las buganvilias , el sol del mediodía y el calor humano de una gente
trabajadora y patriota, como son los tacneños, con Melany sentada sobre mis hombros .
Como también, nunca me sentí más orgulloso
cuando se recibió de enfermera y empezó
a trabajar en dicha profesión en un hospital de los Estados Unidos en donde conoció
a un hombre que realmente la quiere y la
convirtió en madre de un precioso niño llamado Ethan , convirtiéndose en la
aspiración e ideal de toda mujer, ser mamá, situación que me llenó de orgullo ,
felicidad y esperanza porque me convirtió en abuelo .
El niño ha recogido lo mejor de ella,
refleja su carácter, sonrisa, gentileza,
pero todo, sensibilidad por el prójimo
que la llevó a convertirse en una brillante enfermera , una de las pocas
latinas que trabajan en un Hospital de
Arkansas, dejando el alto el nombre de la patria ..
¡ Feliz Día, Melany Sthepany , que Dios
siempre te proteja y te dé felicidad , unión familiar y prosperidad!
Tu padre
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