lunes, 2 de abril de 2018

Reflexiones de un abogado en el Día del Abogado (2 de abril 2018)


Reflexiones de un abogado en el Día del Abogado (2 de abril)

En la profesión de abogado existe mucha paja y poco trigo. Puede ser la más excelsa de las profesiones; pero a la vez, como el periodismo, el más vil de los oficios.


Existen hombres visionarios cuyas frases nunca pierden vigencia. Uno de ellos es el Librepensador, Manuel Gonzáles Prada, quien en sus discursos fustigó la profesión de abogados con duros adjetivos. Estamos hablando de los primeros años del siglo XX y sus palabras en la actualidad cobran vigencia.


Manuel Gonzáles Prada decía que nadie vive tan expuesto a la deformación profesional como el abogado. ¿Qué verbo, qué lenguaje no se pervierte con el uso de la jerigonza judicial? ¿Qué buen gusto no se corrompe con el manejo diario de códigos, reglamentos, y expedientes?

En la abogacía, como en un sepulcro voraz e insaciable, se han hundido prematuramente muchas inteligencias, quizás las mejores del país.

No obstante, en el Perú se considera difícilmente que el hombre tenga valor intelectual o almacene algunos adarmes de sabiduría, sin haber obtenido el diploma de abogado.


.Apenas un individuo pronuncia un discurso, escribe un drama, compone una novela o publica un libro de historia, adquiere por voto nacional el título de doctor. Nos sorprende que el general Mendiburo , cuando se imprimió su diccionario , no le pusieran el nombre de doctor y le quitaran el de general.

Juzgamos muy cuerdos y político, que a nuestros revolucionarios dejen de titularse coroneles y empiecen a llamarse doctores.

Las muchedumbres ignoran que no saben sino códigos es muy pobre saber.

Gonzáles Prada es de respeto, este peruano hablaba claro, preciso, sin tapujos, sin medias tintas, decía la verdad- como él decía – “ desnuda y casta”, duela a quien le duela.

Así no nos guste, revisar lo que decía Manuel Gonzáles Prada sobre el abogado es descubrir que tenía razón , muchos abogados envilecen la profesión o la profesión los ha envilecido. Cuando cae un ciudadano en desgracia se convierten en aves de rapiña y pretenden despojarle de lo poco que tienen y le venden ilusiones.

Muy pocos conservan la dignidad, el decoro, el honor, el valor , la sapiencia, la mayoría se han acomodado al sistema , hacen política “mentirosa”, se han vuelto embaucadores o “mecedores”, aparentan ser grandes señores o magistrados honrados o de gran trayectoria, acuden a los medios para juzgar o criticar , incluso, a priori, a un investigado o procesado lo sentencian , antes de un juicio, colocándoles una suma considerable de años  con el beneplácito de la prensa “piraña” que lo toma como referente o son envilecidos por la corrupción y las apariencias .

La abogacía como profesión, en nuestro país, ha perdido su prestancia, dignidad y la mayoría de los abogados quieren estar en la política porque es donde menos se trabaja y donde más se gana.

El trabajo se centra en mover “la sin hueso” y vender ilusiones a un pueblo que busca una tabla de salvación en tiempos de crisis donde confunde lo aparente con lo real.

Personalmente no me quejo de esta profesión, a estas alturas, si no fuese abogado no podría diseñar o plantear una estrategia legal en el caso en la imputación inventada por la fiscalía que tiene una imaginación más frondosa que un novelista de ficción; de lo contrario, necesitaría un presupuesto aparte para pagar abogados que por estampar su firma cobran entre 100 a 300 nuevos soles . Si a estas alturas no me hubiese recibido de abogado, estaría limitado para moverme sigilosamente   en esa jungla en que se ha convertido el Palacio de Justicia y el Ministerio Público ; principalmente este último que por obra y gracia del Nuevo Código Procesal Penal hecho a su medida, se han convertido en fiscales- investigadores – acusadores( tres en uno ).

Moverse en estos lúgubres espacios en donde la a fiera grande devora a la pequeña.

Alguien dijo una vez en voz alta - me parece que alguna razón tenía- que ser policía-abogado es una combinación diabólica. ¿Por qué?- le pregunté .

Me respondió que esta combinación es diabólica, explosiva, porque además de conocer la ciencia policial (criminalística) y el método de investigación criminal , sumas a tu conocimiento   como abogado aprendida en las aulas de la universidad , estos conocimientos  especializados .

Estoy seguro que a todos los nóveles abogados le sucede lo mismo cuando salen de las universidades y se colegian  , pensar  vas a transformar el mundo saturado de injusticia , que vas  ayudar a los hambrientos de justicia, , que harás de este mundo un lugar más justo y verdadero para vivir, que vas a ser tan famoso como aquellos abogados que defienden a los más poderosos y llenan sus alforjas de “verdes”, pero una cosa es lo que crees, piensas, planeas, otras es la cruda realidad .

El escenario donde se desenvuelve el abogado que pretender ejercer o vivir del ejercicio de la profesión de abogado son terrenos que tienen nombre propio, algunas veces con  ciénagas – salvo honrosas y escasas excepciones - en donde pocos mantienen a salvo los principios del Código de Ética Profesional del Ilustre Colegio de Abogados.

El “Palacio de la Injusticia”- como lo conoce el populorum – es un mercado en donde todo tiene precio y si no se vende el aire que respiran los incautos ciudadanos que se  mueven por los fríos e indiferentes pasillos de este poder del Estado , es porque aún nadie ha encontrado la fórmula para hacerlo .

Tarde o temprano, el servidor del Estado que entra a trabajar en este poder del Estado que tiene en sus manos lo más preciado del  ser humano( después de la vida es la libertad) , termina corrompiéndose como sus colegas .

Al corrupto lo identificas fácilmente en la manera cómo mira, se mueve, conversa , amarra el escrito, protege el expediente, dilata o acorta los plazos, etc.

Son raros especímenes de la fauna humana cuya conciencia los traiciona.

En la profesión de abogado, como en farmacia, encuentras de todo.

Existen abogados encumbrados en famosas y elegantes oficinas corporativas , así como aquellos que  viven – mejor dicho sobreviven- en  los pasillos del Palacio de Justicia y son conocidos  en son de broma como la triple “A”(Asociación de Abogados Ambulantes).

El Ilustre Colegio de Abogados , que aún arrastra actitudes y costumbres de la Santa Inquisición y no responde a los retos del siglo XXI, nunca se acuerda de estos abogados que sobreviven para capacitarlos o brindarle ambientes adecuados para que puedan ejercer su profesión -

No todos los abogados ejercen la profesión, algunos solos obtienen el carné para mostrarlo en las reuniones sociales o envanecerse ante la familia o los amigos. Dicen que son “abogados”, pero de leyes o doctrina no conocen nada , nunca han pisado los pasillos de la selva , nunca han ejercido una defensa, no saben interponer una demanda de habeas corpus, no conocen cuándo cuesta una tasa para apelación o las cédulas de notificación . Muchos lo hacen por  incapacidad o temor a ser rechazados o que los fiscales o jueces los sancionen por presentar escritos sin motivaciones o los conminen a que si sigue presentado escritos dilatorios se le denunciará ante el Consejo de Ética del CAL que siempre está presta a sancionar al abogado cuando es quejado por mancillar la sacrosanta imagen del Colegio de Abogados de Lima.

Otros abogados, recién salidos de las universidades ( que parecen fábricas de abogados) lo primero que apuntan es ser parte de algún famoso bufete o corporación de abogados para aprender de ellos para ser  tan famosos como ellos, no importándole  el maltrato o la peseteada que reciben, solo buscan proyectarse y decir que es parte de una  corporación  en donde aparecen apellidos combinados como Benítez, Forno & Ugaz y cobran miles de dólares por la defensa a la cual no tiene posibilidades el común de los mortales ´porque los juicios en nuestro país duran una eternidad y te desgastan moral, psicológicamente y económicamente .

Otros tienen la profesión de abogado como una actividad que les permite “sobrevivir” en estos tiempos de crisis. Nada de esto debe extrañarnos, porque la sociedad peruana está llena de “sobrevientes”, muchos de los cuales visten terno y corbata, pero no tienen ni para pagar el taxi.

La experiencia enseña que para vivir de la profesión de abogado tienes que tener buenos contactos, amigos en el gobierno , amigos en el Poder Judicial , en el Ministerio Público o del  partido gobernante o ser dueño de un verbo florido como César Nakasaki o Julio Gutiérrez  , que además de contar con buenos sintetizadores de la doctrina y jurisprudencia, cuenta con el apoyo de la “prensa piraña” que está atenta a cualquier desliz para destrozarte y hacerte añicos , no solo como profesional sino también como ser humano, o sea, necesitas dominar el arte y la técnica de Marketing.

Todos los años, el Ilustre Colegio de Abogados, celebra el Día del Abogado con un programa bastante nutrido, invitando a los dinosaurios de la profesión, aquellos personajes que brillan con luz propia y se caracterizan por ser brillantes oradores de horas interminables, porque consideran que “abogado que no habla, no come”.

En la oratoria tratan de descifrar qué significa realmente la profesión de abogado y cuál debe ser su rol en estos tiempos de crisis y hambre de justicia.

Si los escuchas, te dicen la abogacía es la más noble de las profesiones- nadie lo discute – que el abogado es la combinación del hombre del derecho con la de un luchador por la justicia- es cierto-, es lo ideal – que el abogado es un consejero e intercesor – de esos abundan bastante en las asesoría de ministerios ganando sumas nadas despreciables – que el abogado es un profesional que traslada las ideas del hombre corriente al lenguaje técnico de la ley- es una actividad honorable que demanda sapiencia - que debe reunir la más amplia cultura general con las más profunda cultura especializada o profesional- es lo ideal porque todos los hechos de la realidad pueden originar consecuencias de derecho o que la vida es susceptible de ser contemplada desde el punto de vista jurídico-.

Todo eso es cierto como también que el abogado debe investigar los hechos muchas veces en forma más ardua y difícil que el juez.

En mi carrera como abogado- policía,  profesional del derecho, aprendí varias lecciones que quiero transmitírselas. Si quieres mantenerme incólume y no caer en la tentación de estar pidiendo favores o arrodillarte antes los secretarios, jueces o vocales, tiene que ser un buen espadachín o manejar la ley como la destreza de un mosquetero. No queda otra.

Tienes que tener pasión por lo que haces , eso debe concretizarse en esta actualizado, leer, documentarte, revisar los fallos del Tribunal Constitucional con ojo crítico, porque nadie es infalible, crear un blog o tener Facebook para colocar tus experiencias y análisis para que otras también se beneficien con él.


Tienes que agudizar el sentido y no confiar en nadie. 

Si te mantienes firme en tus principios o convicciones y pretendes honrar la profesión, debes comprometerte en luchar contra la corrupción en el Poder Judicial y el Ministerio Público  y estar preparado para asimilar los golpes bajos que pueden venir por cualquier lado .

La corrupción en nuestro país está institucionalizada y es tan antigua como el viejo edificio del Palacio de Justicia. Los corruptos son como un gremio que ataca en conjunto y entre ellos se protegen.

Muchos líderes alcanzan su poder por diferentes medios: algunos lo obtienen porque son visionarios, otros por su creatividad, y otros por su integridad. Pero todos tienen un elemento en común que les otorga la denominación de líderes: la pasión por lo que hacen.

Los abogados deben tener pasión por lo que hacen y esto sólo se logra con paciencia y perseverancia en todo lo que hacemos dentro de la profesión.

¡Feliz Día del Abogado!



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