jueves, 2 de agosto de 2018

20 aniversario trágico del incendio del Teatro Municipal de Lima 2 agosto 1998 Reflexión desde el punto de vista de la seguridad ciudadana.


La Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas  convocó a un encuentro sobre « Creatividad Municipal “ y el panel conformado por distinguidas personalidades, esbozó la siguiente definición de seguridad ciudadana : 

«La seguridad ciudadana consiste en el derecho de la población de transitar pacífica y libremente por las vías y espacios públicos, sin tener que enfrentar ninguna amenaza que ponga en peligro su integridad física y psicológica como consecuencia de la agresión de terceros, o, indirectamente, a causa del comportamiento irresponsable de otros. La seguridad ciudadana abarca también el derecho a gozar pacífica y libremente en la privacidad del domicilio personal.  

Al final del evento, concluyeron que la seguridad ciudadana es un asunto de todos y no sólo de la municipalidad o la policía.

 Es responsabilidad de los ciudadanos (individualmente), instituciones especializadas (como la Policía Nacional, el Cuerpo de Bomberos, la Cruz Roja, Defensa Civil, etc.), las organizaciones sociales (la Iglesia Católica, iglesias de otros credos, scouts, Leones, Rotarios, entre otras), organizaciones vecinales ( Juntas de Vecinos, Clubes de Madres, grupos del Vaso de Leche, clubes deportivos, etc.).

Este lamentable siniestro ocurrido el 2 de agosto de 1998, está comprendido dentro de lo que se conoce como seguridad ciudadana ( el derecho de la población a gozar de seguridad en locales públicos cerrados, como son teatros, cinemas, circos, centros comerciales, salones de juego, bingos y colegios, entre otros)

Este lamentable siniestro  ocurrido en el Teatro Municipal de Lima dejó muchas lecciones y nos debe llevar a la reflexión de una serie de circunstancias que concurrieron simultáneamente para el fatal desenlace.

 Esto no con el ánimo de señalar culpables pero sí para subsanar errores y aprender de ellos, de lo que se hizo y de lo que se dejó de hacer, en un teatro que había sido remodelado recientemente.

Las investigaciones preliminares señalan que la causa del incendio fue un cortocircuito en los equipos de sonido que eran puestos a prueba por terceros, para la función nocturna de una intérprete de música criolla.

 Que terceros conecten equipos de sonido y luces adicionales a las del teatro, implica una autorización de los responsables del mismo.

 ¿Se verificó si los conductores eléctricos estaban en capacidad de soportar tales cargas?
Vale la pena preguntarse si en la remodelación reciente se hizo un estudio de las cargas eléctricas que se conectarían y si con ello se respetaron las normas especificadas en el Código Nacional de Electricidad para la selección de los conductores eléctricos y de sus elementos de protección.

En muchas ocasiones se atribuyen como "causas fortuitas" a desenlaces lamentables como el que relatamos , , sin embargo vale la pena recordar que cuando la intensidad de corriente eléctrica aumenta excesivamente -sobrecargas- es de temer la fusión de los conductores y por lo tanto el peligro de incendio, se debe hacer una investigación para deslindar responsabilidades.

Aun en presencia del cortocircuito pudo evitarse la destrucción del teatro, de haberse contado con agua al inicio del incendio, lamentablemente no había ni siquiera extintores -grave falta a la seguridad del teatro-, como tampoco hubo agua en los hidrantes (surtidores de calle) de la zona bajo responsabilidad de Sedapal.

Dadas las circunstancias con  dos días previos de funciones, lo más probable es que los conductores del teatro hayan estado en sobrecarga, recalentando y hayan colapsado el día domingo, con las consecuencias del cortocircuito. Espectáculos con equipos de sonido e iluminación de gran potencia, como el que se presentó en la fecha de siniestro, demandan capacidades de corriente eléctrica que escapan a las normales instalaciones del teatro, en todo caso se debió verificar ello y contar con un grupo electrógeno para el espectáculo.

Este acontecimiento puso  en discusión aspectos fundamentales de la seguridad ciudadana en locales públicos cerrados, como son teatros, cinemas, circos, centros comerciales, salones de juego, bingos y colegios, entre otros.

Una manera de garantizar la seguridad ciudadana en espectáculos públicos es que los locales exhiban un certificado de carácter temporal extendido en conjunto por la municipalidad y Defensa Civil, autorizando el espectáculo.

Teniendo en cuenta el mantenimiento de las condiciones de seguridad en el local se permitiría la renovación de tal certificado. Sin la autorización respectiva y vigencia del mismo, simplemente el espectáculo no se debería desarrollar. Se deben contemplar condiciones de seguridad tales como el adecuado almacenamiento y operación con combustibles, con materiales inflamables y tóxicos, condiciones de las conexiones eléctricas y sistemas de protección, vías de escape y sistemas contraincendios.

El alcalde de Lima de aquel entonces informó  que se harían de inmediato los estudios para la reconstrucción del teatro.

La reconstrucción del mismo si bien podría mantener la arquitectura interior original, debía  incorporar los conceptos modernos de "edificio inteligente" a fin de brindarle mayor confort y seguridad al público asistente, tanto en lo que se refiere a la acústica, a la iluminación y al aire acondicionado, los mismos que podrían estar controlados por computadora.

Asimismo implementar una red contraincendio, la que debe comprender dos aspectos: el primero de prevención con red de detectores de calor y humo, y el segundo de combate con un sistema independiente de la red pública -pero complementario a ella-, que conste de cisterna, bomba de accionamiento automático y red de tuberías con mangueras e hidrantes así como rociadores de accionamiento térmico, estratégicamente ubicados. Igualmente debería contar con un grupo electrógeno y un sistema de monitoreo y control de la red eléctrica del teatro, con interruptores y elementos de protección apropiados, así como vías de escape con escaleras externas al edificio.

La reconstrucción empezó en el 2008  y culminó el 11 de octubre 2010.

El 8 de Agosto del 2008, la Municipalidad de Lima tomó la decisión de reconstruir, restaurar, reforzar y modernizar el Teatro Municipal de Lima, el mismo que quedo totalmente devastado raíz del  voraz incendio ocurrido el 2 de agosto de 1998, que destruyó la caja escénica, la sala de espectadores, la ornamentación de los palcos en sus cuatro niveles, las estructuras metálicas del techo, el mobiliario del teatro y las farolas ornamentales.

Se reprodujo  60 mil piezas escultóricas” ya que el incendio destruyó el 95% de las molduras de yeso del Teatro Municipal. 

Se instaló  en el teatro un moderno sistema contra incendios, detectores de humo, telones cortafuego y mil 181 butacas con material de alta resistencia al fuego, manteniendo el  estilo de influencia renacentista italiano en la sala de espectadores.

También se restaurarán las escaleras imperiales y la fachada frontal, costando la  restauración del teatro un  total de 30 millones de soles, financiado con  recursos propios de la comuna, básicamente generados por los visitantes al Circuito Mágico de las Aguas. 

El equipo de  escultores estuvo liderado  por el artista Marco Godoy Salazar quien hizo un  trabajo de filigrana.

El 11 de octubre 2010 se reinaguró el Teatro Municipal de Lima.

El evento contó con la presencia del Presidente de la República, Alan García , el alcalde de Lima, Luis Castañeda, como también los empresarios Gonzalo Bedoya, Ricardo Vega Llona y Francisco Helguera, entre otras personalidades, la  directora del Ballet de Lima, Lucy Telge de Linder, así como Flor de maría Valladolid,  encargada del diseño.

El alcalde mencionó que el teatro cuenta con una buena estructura que podría soportar hasta nueve grados de magnitud de un temblor y cuenta con la última tecnología en infraestructura y tecnología.

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