viernes, 10 de enero de 2020

¿ SABRÁ EL MINISTRO DEL INTERIOR Y EL COMANDANTE DE LA PNP CÓMO PIENSAN LOS POLICÍAS?


¿EN QUÉ PIENSAN LOS POLICÍAS ?

Una buena pregunta que deben hacerse los ministros del Interior y los comandantes de la Policía Nacional
Con motivo de la dación del Decreto de Urgencia sobre la idoneidad de los policías, entre los que comprenden a los “deudores de alimentos”, cabe la siguiente interrogantes:
¿ Tiene alguna idea el ministro del Interior y el comandante de la Policía los problemas que atormentan el pensamiento de los Policías para que se conviertan en grandes deudores de alimentos que lo hagan pasible de arrojarlos de la institución por no ser idóneos?
Cuando estuvo de ministro del Interior el General Octavio Salazar Miranda, en una de sus primeras entrevista brindadas a la prensa , expresó : “comprenderán que yo soy un Policía Operativo y conozco cómo piensa el Policía. No les hago caso a dos o tres personas que quieren aprovecharse de la coyuntura”.
Esta respuesta fue con motivo de los rumores que existían  sobre una huelga policial.
Conocer cómo piensa el Policía ya es una ventaja, porque eso permite asegurar que los ministros del Interior darían prioridad a una serie de problemas que rondan en la mente de un Policía y que muchas veces son causante de las angustias, temores, frustraciones, esperanzas, ideales, sueños, etcétera.
Muchas veces me he puesto a pensar que podía estar pensando un Policía que cuando llega a la quincena, de pronto, se da cuenta que el magro salario que no llega a los dos mil nuevos soles – con descuentos y todo - se acabó y tiene que “buscárselas“ para llegar hasta fin de mes, ya se trabajando hasta en dos o tres lugares para compensar el sueldo o tratando de ser cambiado algún lugar de la institución en donde le pueda llover el maná, o si tiene suerte, extraerle algunas gotas de la ubérrimas ubres de las “vaquitas” (patrulleros o flota vehicular) que siempre están prestas en las comisarías o grandes unidades a consolar al pobre Policía que gana un sueldo de hambre o endeudarse para comprar alimentos que pondrían en riesgo su idoneidad,
Los ministros del Interior se meterán en la mente para saber cómo piensa aquel Policía de la DINOES, “cholo barato” que con un sueldo menor de 2, 500 nuevos soles  al mes, con un equipo obsoleto, sin ojos y oídos que le presta la inteligencia, sin un sistema de radio para comunicarse en operativos complejos, con unos celulares Claro o Telefónica que no entran en lugares de la selva o con Generales que no saben planificar o sólo dicen “chicheñó” o condecoran a los Ministros que los culpan de sus fracasos, tiene que inmolarse o sacrificarse, a costa de su vida, para mantener el orden y la paz, enfrentándose a los “antisistemas” del Perú Profundo. Y que cuando mueren, no hay culpables, nadie reconoce que hubo un error político o táctico y al final, los sospechosos son liberados por justicia que es más lenta que una tortuga.
El ministro sabrá cómo piensa un Policía que ve cómo algunos Generales de la Policía se niegan a pagar sus cuotas de las viviendas que les vendió FOVIPOL, mientras ellos, la mayoría subalternos, se le obliga a pagar sus cuotas de viviendas que las compraron sobrevaloradas, bajo amenaza de desalojo. Generales que no pagan sus cuotas y que han alquilado o vendidos estos inmuebles, cuando está prohibido hacerlo. Los departamentos que fueron vendidos a estos Policías, que el Ministro del Interior sabe cómo piensan, a través de los programas de viviendas de FOVIPOL, además de estar sobrevaluadas, están mal ubicadas y existe un malestar en este sector de Policías que pensaron que se iban a beneficiar, pero comprueban, que mientras un apartamento de las mismas características del suyo, vendidos por Mi Vivienda, cuesta 18 mil dólares, el suyo se lo vendió FOVIPOL a 36 mil dólares y todavía, en Piñonate–San Martín de Porres. Los adjudicatarios firmaron ante FOVIPOL una autorización de descuento por planilla, donde se consignó claramente “descuento por amortización de vivienda”. Sin embargo, en sus liquidaciones sale el descuento como “préstamo Fovipol”, que constituye a todas luces una estafa de dicha entidad. Estos Policías piensan que han sido timados y que los Generales se han aprovechado de esta situación.
Sabrá el Ministro del Interior la pregunta que se hacen muchos Policías de cómo piensa recuperar la pérdida de autoridad y eliminar la desconfianza de la población que tiene de la policía. Los transportistas los agreden, los agitadores los secuestran y golpean, hasta los masacran, los delincuentes sin pestañear les disparan, sus uniformes están en la última lona; en síntesis, la imagen de la Policía está salpicada de hechos de irrespeto, hasta ataques a los efectivos, como aquel argentino que atropella a una mujer Policía porque se demoraba en darle paso, o un grupo de ebrios arremete a un Policía porque les puso una papeleta.
Sabrá el Ministro del Interior cómo piensa o maldice un Policía cuando va al hospital atenderse y comprueba una vez más que no existe medicinas o insumos químicos para hacerse los análisis básicos, como una prueba de sangre y tiene que rogar, suplicar, mendigar a los Jefes Médicos para que les hagan el favor de autorizar que le hagan un análisis de sangre.
Sabrá el Ministro del Interior cómo están pensando los pensionistas de la Caja de Pensión Militar Policial que tienen la amenaza latente de perder la homologación de los sueldos y que cuando llega Navidad o las Fiestas Patrias no reciben el aguinaldo de 500 nuevos soles porque la Caja está quebrada (eso se sabe desde el 2005) y si tienen suerte, le darán cien nuevos soles, mientras el ministro del Interior recibe su aguinaldo en carretilla .
Llegará el Ministro del Interior, siquiera a adivinar cómo piensan aquellos Oficiales o Jefes que este año deben presentarse a los ascensos y ven que no existe equidad en el otorgamiento de incentivos, y que existen criterios de que sólo deben recibir compensación los que hacen labor de investigación criminal o labor operativa o los que están allegados al poder.
En sus pensamientos también están los ascensos por acción distinguida, los nombramiento de agregados policiales, etc. Si bien es cierto que aquellos policías que, clandestinamente, en conferencias de prensa, encapuchados, amenazan con paros o huelga policial, no tienen la fuerza o la organización suficiente para llevar a cabo estas medidas de fuerza,
Sabrá el Ministro del Interior o se habrá puesto a pensar, que lo que piden estos Policías o las reivindicaciones que hacen conocer, están en consonancia con lo que piensan un gran sector de la Policía: que el Congreso debata y apruebe el Proyecto de Ley para la sindicalización de la Policía que está encarpetada hace dos años, que rechazan el nuevo Régimen Disciplinarios por draconiano y por violar el debido proceso, que el Gobierno mejore los sueldos, que se les proporcione uniformes y equipos, entre otros.
El Ministro del Interior sabrá cómo piensan algunos Policías que ven como poco a poco se ha ido “canibalizando” sus funciones. Por un lado, está el Ministerio Público que se ha adueñado de la investigación preliminar y  preparatoria y han convertido a los Policías en simples amanuenses; por otro lado, existe el criterio que las funciones de la Policía puede ser manejada por los Serenos y las Juntas Vecinales.
Tendrá alguna idea el Ministro del interior cómo piensan los Policías que están destinados a la labor de garantizar o controlar que los procesados no se fuguen cuando cumplen arresto domiciliario. Y que cuando lo hacen, son enjuiciados y pasan a ser los presos cuando se sabe que detrás de cada arresto en domicilio, existe, pura y simple “negligencia judicial” o corrupción, un Magistrado que no ha podido juzgar al encausado dentro del plazo de Ley, según lo que establece el artículo 137° del Código Procesal Penal. 
Se preguntará el Ministro del Interior: ¿por qué la PNP deben cargar con este muerto? ¿Por qué la PNP debe responder por la negligencia, falta de diligencia de los magistrados? El arresto domiciliario indica que no existe una sentencia en primera instancia, que se ha vencido el plazo de duración de la detención preventiva, falta de diligencia en la tramitación de la causa y coloca al encausado en un limbo y a los Policías en un riesgo.
Sabrá el Ministro del Interior cómo piensan algunos Policías cuando se dan cuenta de que en la institución no existe transparencia y rendición de cuentas, principalmente de los niveles más altos de la Institución.
Pero, me haré la última pregunta: ¿sabrán los ministros del Interior cómo piensan los  Policías que fueron mudos testigos de cómo el General José Sánchez Farfán, Ex-Director de la Policía Nacional, condecoraba a la fugaz Ex-Ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, con la Medalla Corazón Policial, a la mismísima ministra que días anteriores había dicho que él era el responsable del Baguazo.
Finalmente, sabrá el ministro del Interior qué piensa el policía para endeudarse por alimentos cada mes para paliar el magro sueldo que recibe que pueda probar su idoneidad.
10 de enero 2020

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