Los jueces de garantías o de investigación preparatoria para supervivir en una sociedad en donde nadie es indispensable y los puestos y cargos son efímeros, de tanto recibir golpes y pedir sus cambios o retiro , sin ton ni son, se han hecho al dolor y han aprendido a supervivir en una sociedad en donde la fiera mediática traza la agenda política, judicial y otras agendas, convirtiéndose en maestros en el arte escénico e histriónico.
Se cagan de miedo cuando la fiera mediática abre sus fauces y muestran sus dientes en los casos llamados mediáticos o emblemáticos.
Cuando los observas en esa audiencia te das cuenta que parecen que te miran, que leen, que escriben, que siguen la secuencia, que toman nota, pero sus mentes están en otro sitio, más aún, ya tienen la borradora en la computadora o preparada en el USB para declarar INFUNDADO o IMPROCEDENTE, porque eso les gusta a la fiera mediática. A veces, entornan los ojos mirando al techo como si acudiesen a algunos de sus dioses para pedir auxilio o ayuda para encontrar la mejor decisión, pero como como se consideran “semidioses” o dioses de este mundo, la mayoría de nuestros jueces no temen a dios ni se preocupan por la dignidad de los seres humanos que están frente a ellos porque tienen una visión carcelaria del derecho penal .
No piensan ni sienten que frente a ellos está un ser humano , que deben juzgar a un humano que piensa , siente , tiene una historia , una familia . Para ellos , todos son una simple estadística y lo normal es que sus huesos terminen en la cárcel , sea con prisión preventiva o condena, igual es, al final, eso le encanta a la fiera mediática y él no va exponer su cargo o el prestigio que ha logrado a través del circo mediático en que se ha convertido las audiencia de prisión preventiva o los procesos penales..
Cuando un juez tiene que adoptar una decisión respecto de la libertad de una persona y ese caso está en el orden del día de los medios, el juez tiene temor mediático y prefiere hacer lo que en ese momento están pidiendo los medios.
Es claro que los jueces tienen temor a los medios y prefieren que el contenido de sus decisiones judiciales sea el que estos piden y no lo que resulte de una valoración probatoria.
Efectivamente, la multiplicación de jueces entre titulares, columnas de opinión y redes sociales, vuelve a dar cuenta del encono y polarización que dominan la vida política peruana .Pero el caótico tribunal pierde de vista lo esencial : La justicia debe ser ejercida por encima de la histeria mediática y las vendettas políticas.
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