REFLEXIONES A LOS 16 AÑOS DE PROMULGACIÓN DE LA LEY 28480 ( 30 DE MARZO 2005) QUE CONCEDIÓ EL VOTO POLICIAL Y MILITAR .
Antes de la
promulgación de la Ley 28480, el 30 de marzo 2005, los militares y policías
eran considerados "ciudadanos
de segunda", "bichos raros" que no tenían cabida en
la sociedad peruana.
Hubo intentos de revisar el derecho al voto que tienen militares y policías, bajo
la intención de alejarlos de la polítización, abocarlos a sus funciones y
fortalecer su disciplina como en el Gobierno de Ollanta Humala o ponerlos de servicio inamovible el mismo día
para que no voten .
Con motivo de la celebración
del Día del Ejército y el 187 aniversario de la Batalla de Ayacucho , Ollanta
Humala planteó la posibilidad de que el voto militar policial sea reconsiderado
para evitar la politización del Ejercito , a las Fuerzas Armadas como en el
pasado. Y para despolitizar se debe revisar si se debe mantener el voto
del personal militar para alejar a los guardianes socráticos del de la nación ,
de la Republica
La propuesta de Ollanta
Humala , ahora candidato por la presidencia, fue una chispoteada sin sentido y lógica que no prosperó .
Cuando se aprobó la Ley del voto policial ( Ley 28480 ) hubo un gran debate
histórico en el Congreso , pero
finalmente se aprobó por ser una cuestión de dignidad . De ese debate histórico
ha pasado 16 largos años .
El 30
de marzo 2021 se ha cumplido 16 años desde la promulgación de la
Ley 28480 que reformó el artículo 34° de la Constitución Política del Perú que
impedía este derecho, ahora se lee de manera textual lo siguiente : “Los
miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía nacional tienen derecho al voto
y a la participación ciudadana. No pueden postular a cargos de elección
popular, participar en actividades partidarias o manifestaciones y realizar
actos de proselitismo, mientras no hayan pasado a la situación de retiro, de
acuerdo a ley”
Por primera vez en la
historia del país se le concedía a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la
Policía Nacional de Perú el derecho de votar y ejercer sus derechos de
participar en la vida política del país, tal como sucedió con el voto de la
mujer (1955), el establecimiento de la ciudadanía a partir de los 18 años
(1978) y el voto de los analfabetos adultos (1980).
Han pasado 16 años desde la promulgación de la ley del voto militar y
policial .Antes de la promulgación de la Ley 28480 ( 30 de marzo 2005) que
concede el voto militar y policial , los militares y policías eran considerados "ciudadanos
de segunda", "bichos raros" que no tenían cabida en la
sociedad peruana. En los momentos más traumáticos y álgidos de nuestra
historia, los gobiernos los convocan desesperados para que calmen los conflictos
sociales que los gobiernos general por su desidia y desinterés por solucionarlos
. Pasado el temporal, volvían a ser los más
odiados, despreciados, marginados , mal pagados.
El derecho al voto es una reivindicación
a la dignidad, naturaleza humana y a las expectativas de este sector
poblacional para que puedan elegir libremente a sus representantes en el
gobierno o contar con representantes en el Congreso que velen por sus derechos,
tales como lograr un sueldo digno, decoroso, justo, que permita asegurar el
futuro de nuestros hijos.
La primera vez que
ejercieron este derecho fue en las elecciones políticas generales del 2006 ,
participando activamente en el proceso electoral , no solo respaldando la
seguridad del evento sino también emitiendo su voto en las urnas.
Así se despejó el temor y
la duda de ciertos " cavernícolas congresistas " que en el debate se
opusieron a este derecho mencionando que los militares y policías eran
irresponsables, que podían ser fácilmente manipulables, que sus jefes podían
influenciar en su decisión, irían presionados a las urnas, etc. Y, una retahíla
de estupideces que no vale la pena recordar .
Además del voto en las
urnas, los militares y policías tienen derecho de participación , según la Ley
N° 26300 ( Ley de Participación y Control Ciudadanos) en la iniciativa de
reforma constitucional, iniciativa de formación de leyes, referéndum,
iniciativa en la formación de dispositivos municipales y regionales y otros mecanismos
de participación establecidos por la presente ley para el ámbito de los
gobiernos municipales y regionales.
La reglas para la votación
son claras . En el momento de las elecciones, los miembros de las FFAA y PNP
acuden a votar de civil o con uniforme – los que estaban de servicio- sin
portar armas cuando ingresan a la mesa de sufragio a emitir su voto.
Las oficinas
Descentralizadas de Procesos Electorales (ODPE) habían previsto en cada local
de votación un ambiente cerrado para que los militares y policías dejen sus
respectivas armas y los miembros de las mesas de sufragio les brindaban todas
las facilidades para que el voto sea rápido y puedan volver a su servicio .
Como es lógico, los
miembros de las FFAA y PNP en actividad , están sujetos a ciertas prohibiciones
: no pueden ser candidatos en los procesos electores, no pueden ser miembros de
mesas , personeros de organizaciones políticas, realizar actividad proselitista
o partidaria dentro de los cuarteles y otras dependencias, realizar propaganda
electoral a favor o en contra de un candidato, organización política u opción
electoral o participar vistiendo uniforme en manifestaciones y otros actos de
carácter político.
A pesar de haber
transcurrido 16 años desde la
promulgación de la ley , todavía existe mucho pan que rebanar, no se ha logrado
mucho en la entronización de lo que realmente significa democracia en la mente
y corazón de militares y policías , no se aplica realmente el sistema
democrático en su verdadera acepción y significado . Muchos militares y policías,
entre los 147 mil miembros que acudieron a las urnas la primera vez en el 2006,
hasta nuestros días , todavía consideran
y piensan que democracia es igual a votar cada cinco años y después esperar que
transcurra el tiempo y nuevamente ir a las urnas.
Eso no es democracia. La
democracia es forma de pensar , estilo de vida, es concertar, dialogar, ser
tolerante, escuchar las opiniones, brindar los escenarios adecuados para que
las reglas de juego de la democracia se practiquen.
La primera experiencia en las urnas que se
tuvo en las elecciones del 2006, para muchos militares y policías, fue
frustrante . Se pagó el noviciado.
Después de estas
elecciones, nos dimos cuenta que no contamos con una clase o categoría
dirigencial , auténtica, verdadera, honrada, que no solo cuide sus intereses
personales , entre los miembros de las FFAA y PNP ; representantes que
aglutinen, sumen, sepan concertar y no dividir .
Esto explica el hecho de
que no se haya logrado éxito en las elecciones para el Congreso con la
desventaja que no se cuenta con verdaderos representantes de este sector, o
sea, parlamentarios que velen por sus derechos.
La alegría de participar en
las primeras elecciones en el 2006 se tornó en desilusión. La inexperiencia ,
la falta de unión entre los representantes de las instituciones y asociaciones
que representan los distintos gremios en las FFAA y PNP, los diferente
criterios en las distintas jerarquías, incluso entre los miembros que están en
actividad y retiro, hizo que los votos de los militares y policías se diluyeran
o se perdieran en candidatos que no lograron su objetivo o en políticos
"vendedores de cebo de culebra" que una vez alcanzado el curul, se
olvidaron de sus promesas .
Por otro lado , la mayoría
de sus representantes pecaron de ingenuidad al brindar confianza y apoyo
electoral colegiado a “ políticos matreros” que engañaron con sibilinos
discursos .
Prometieron que al día
siguiente de ganar las elecciones iban a darnos aumento de sueldo o pensión o
aplicar de manera plena y efectiva el Decreto Supremo 213 -90-EF del 19 de
julio 1990, el decreto que firmó Alan García en las postrimerías de su primer
gobierno . Nada de ello ocurrió , toda fue una “mecida”.
Los militares y policías en
retiro que participaron en la contienda electoral , pecaron de ingenuidad y
desconocían el terreno que pisaban . Muchos entraron a la lid electoral sin
conocer que el mercado político es bastante estrecho y que detrás de cada
contienda , aparentemente limpia, existen la prensa y las encuestadoras que
juegan su partido aparte y desde el comienzo de la contienda electoras, sus “
corazoncitos” ya se inclinan hacia cierto candidato; inclinación, por cierto,
nada gratis .
Los candidatos desconocían
que el ciudadano “sobreviviente “ del pueblo marginal , que vive en las
periferias , se ha hecho al dolor y considera que la política es mafia, ratería
, no da de comer y cuando se acercan los candidatos a busca su voto, lo venden
al mejor postor y no siempre por un kilo de azúcar , arroz o lentejas, eso era
antes , ahora el voto ya no se compra con un plato de lentejas.
Por el lado del elector
peruano, aquel que vive en los barrios marginales y sabe que los políticos sólo
los buscan en la étapa de elecciones, han aprendido a valorar su voto , saben
que tiene un valor y si antes lo vendían por un plato de lentejas, un polito o
un kilo de arroz, ahora exigen algún artefacto eléctrico de la “línea blanca”(
televisor, cocina, refrigerador , etc.)
El pueblo sabe que la
política no da para comer y que los más humildes o desherados de estas tierras
en donde nació " El Cholo Sagrado" , no tienen derecho a ingresar al
sacrosanto mercado político porque es demasiado estrecho y solo está reservado
para los Diez Canseco, los Acuña , De la Puente, Del Castillo, Los Humala, Los Caviares , etc.
La primera experiencia fue
aleccionadora para las elecciones venideras.
Cuando los militares y
policías que sufragan cuenten con auténticos dirigentes o representantes del
gremio , cuando las instituciones o asociaciones dejen de lado sus
discrepancias y se unan hacia un solo objetivo, cuando los candidatos que
emerjan de este sector de la población sean conscientes que política es un
drama o una escena reducida para muy pocos, cuando sepan que el elector peruano
no es el mismo de antes, cuando se den que los políticos de viejo cuño sólo se
acercan o buscarlos en ciertas épocas para engatusarlos o venderles ilusiones y
cuando los policías no tengan que pedir permiso para escribir un libro al
comando policial ; entonces, diremos que se avanza de manera segura y
firme en las sendas de la democracia .Y nunca más , los policías y militares
sentirán frustración después de cada elección política.
8 de abril 2021
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