El periodista Beto Ortiz escribe en Perú 21 su Pandemonio y en su nota del 2 Octubre 2016, sale en defensa de un Interno de la cárcel Modelo Ancon-2, Roger Aparicio. En el cuerpo de la nota hace comparación de este penal con el otro (Ancon-1) o ex Piedras Gordas que son vecinos y están enclavados a 42 kilómetros del centro de Lima y en los arenales de Ancón. Refiere que en Ancón-1 están hospedados algunos de los “Villanos más célebres del país”. Se olvida que no siempre los villanos son como los pintan ni los buenos son como dicen ser, porque es fácil llegar y pudrirse en las cárceles peruanas cuando un caso se vuelve mediático y existen presión política o mediática por la prensa carroñera que intimida a los jueces y fiscales quienes para no darle la contra y exponerse a cuestionamientos, optan por enviar a cárceles de máxima seguridad - como es Ancon-1 – a procesados primarios, como es al Coronel en retiro, abogado y ex director de la Revista Juez Justo, Benedicto Jiménez, quien está calificado por la prensa carroñera como un villano célebre o criminal de la información y expresión por haber lesionado las fibras sensibles de funcionarios públicos y políticos con las notas periodística que publicaba la Revista Juez Justo. Por lo que, Señor Beto Ortiz, dése una vuelta por Ancon-1 y verá que no todos son los “villanos más célebres del país” que purgan condena; algunos, como Jiménez, tienen más de dos años con prisión preventiva mientras los fiscales – investigadores – acusadores buscan debajo de las piedras las pruebas para justificar su detención.
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