sábado, 2 de julio de 2016

Los “Pequeños Dioses” y la Prisión Preventiva

El Penal de Piedras Gordas (Ancon-1) se ha convertido en la “Siberia peruana” hacia donde envían a los perseguidos políticos o aquellos que son parte de casos mediáticos. Llegados a este penal, sin importar que seas un procesado primario (sin antecedentes penales) o que tengas la casualidad para ser clasificado como “difícil readaptación”(requisito para ser enviado a la Siberia Peruana), vives como un preso sentenciado, tal igual como otros que están estigmatizados por una parte de la prensa que le gusta hablar de “mafia”, “crimen organizado”, “red criminal”, conceptos que pocos conocen o saben de qué se trata, pero suena bien; además, se te etiquetan como parte de una “mafia”  u “organización criminal”, se justifica la prisión preventiva y las prolongaciones por 36 meses (3 años), así como la etapa de Investigación Preparatoria (a cargo de los fiscales-investigadores-acusadores) que es de 36 meses o prolongar a 72 meses (6 años). Lo que no pueden es tener más de 3 años a un procesado sin sentencia. La Prisión Preventiva ha hecho que las cárceles se hacinen y constituyen la degeneración del Nuevo Código Procesal Penal porque se utiliza como regla general cuando es una medida excepcional o de última ratio; además que genera aflicción psicológica, desgasta tu salud física, hace que pierdas el vínculo con la familia y las amistades (que de paso se ahuyentan porque muchos no saben diferenciar una prisión preventiva con una sentencia ya que basta saber que estás en una cárcel de máxima seguridad para llenarse de prejuicios); también, la prisión preventiva, te hace perder el empleo, te coloca en indefensión procesal, mientras la fiscalía trata de probar tu culpabilidad, aplicando un viejo y ortodoxo principio en la investigación criminal “primero te detengo y luego te pruebo” y para ello cuentan con 3 años. ¿Tres años? El mismo tiempo que el GEIN utilizó para capturar al líder del PCP después de 9 exitosas operaciones de inteligencia aplicando la antítesis de lo que hacen hoy los fiscales-investigadores-acusadores: “Primero te pruebo y luego et detengo”.
El peligro de aplicar el viejo método en IC es que al final, así seas inocente, la Fiscalía y el Juez de Investigación Preparatoria, no darán su brazo a torcer porque de lo contrario el imputado que resulte inocente después de varios años de cárcel como procesado puede pedir una millonaria indemnización y eso no les conviene a los “pequeños dioses” que juegan de manera irresponsables con algo sagrado que tiene el ser humano: La Libertad.
Junio 2016
Gerard Ingenieros

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